Una de las medidas más destacadas de los ajustes contenidos en los “Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y de la Revolución”, aprobados en abril de 2011, es la nueva apertura al trabajo por cuenta propia, conocida también como autoempleo.
Otra medida ha sido la entrada en vigor del decreto-ley que establece la constitución experimental de cooperativas en sectores no agropecuarios, que gozarán de beneficios fiscales.
Surge así un sector privado o no estatal de pequeña escala, constituido por cuentapropistas o autónomos, microempresas privadas, arrendamiento de viviendas y cooperativas.
De las 181 licencias concedidas a los cuentapropistas, que se irán ampliando, la mitad de las demandas se han concentrado en actividades de transporte (16%), elaboración y venta de alimentos (15%), trabajadores contratados (10%), arrendamiento de viviendas (5%) y productores vendedores de artículos varios de uso en el hogar (4%)
Jose Antonio impartiendo un curso de Emprendizaje en Cuba
Aunque la respuesta inicial ha sido positiva, se constata que las actividades autorizadas son escasamente intensivas en conocimiento y no permiten aprovechar la inversión en educación que ha hecho el país.
Sobre el acceso al crédito, en noviembre de 2011 se publicó el nuevo marco legal para la financiación de los cuentapropistas y microempresas, que prácticamente los ponen en igualdad de condiciones en el acceso a los servicios financieros y los créditos que las empresas estatales
En el conjunto de los cambios que se producen o se anuncian para la “actualización del modelo económico”, destacaríamos los siguientes:
- Diversificación de las formas de gestión de la propiedad estatal y potenciación de las formas económicas no estatales, con especial referencia a las cooperativas, declaradas como socialistas.
- Cancelación de la política de pleno empleo, racionalizando el empleo estatal, con vistas a resolver el problema de las nóminas infladas (subempleo)
- Desarrollo de mecanismos económicos relativos al mercado, tales como la utilización efectiva de tipos de cambio, tasas de interés e impuestos.
- Acciones para lograr la eficiencia de los factores productivos: la fuerza de trabajo, los medios productivos y las finanzas.
- Iniciación de un plan piloto para la unificación monetaria con el establecimiento de un tipo de cambio más realista (1 peso convertible = 7 pesos cubanos) en algunas empresas
Tal como apuntan algunos economistas cubanos, la reforma requiere también un cambio de mentalidad en el país. Se reconoce que, junto a la transformación económica, es preciso avanzar en la reforma institucional, que comprende organización y valores.
Los ajustes deben romper definitivamente el círculo vicioso entre bajos salarios y baja productividad, a fin de emprender un crecimiento económico sostenido que mejore las condiciones de vida de la población cubana.