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Este hecho junto a la prolongación de la vida activa, provocará que la edad media de los trabajadores se incremente y que cada vez, haya un número creciente de  trabajadores de mayor edad en las plantillas de las empresas.

El envejecimiento de la población puede considerarse un éxito de las políticas de salud pública y del desarrollo económico, pero también constituye un reto para la sociedad y las organizaciones, que deben adaptarse a ello para mejorar al máximo la salud y seguridad de ese colectivo.

Pero todavía hoy, entre las políticas de gestión de la edad en las organizaciones nos encontramos con una serie de condicionantes que llevan a algunas empresas, a utilizar instrumentos como la jubilación anticipada para reducir el volumen de  personas de más edad de sus organizaciones, debido a una potencial disminución de la capacidad laboral de las personas a medida que aumenta su edad. 

Es importante señalar que cumplir años no significa necesariamente perder capacidades funcionales. Mientras unas se pierden con los años otras se mantienen e incluso mejoran con la edad.

Características del trabajo

Las  características de los trabajos específicos son las que determinan las diferencias de productividad en función de la edad. Es decir, aunque se reconoce que con el paso de los años se suelen producir ciertas limitaciones funcionales, esta disminución se circunscribe a determinados aspectos específicos como es el movimiento de las articulaciones, la rapidez de reflejos, la rapidez en la toma de decisiones, mientras que otras actividades no se ven afectadas.

En cualquier caso lo decisivo es el tipo de trabajo, las demandas del puesto  que se desempeña, que puede exigir o no actividades en las que se evidencian estas limitaciones, teniendo en cuenta además, que una organización del trabajo más adecuada, puede hacer desaparecer la mayoría de las consecuencias negativas, derivadas del proceso de envejecimiento.

Por ello, Osarten teniendo en cuenta que el nivel de envejecimiento de la población vasca es superior a la media europea y que esta Comunidad Autónoma posee un potente sector industrial, ha desarrollado mediante un equipo multidisciplinar constituido por Médicos del Trabajo y Técnicos Superiores en PRL, una herramienta que permite determinar las capacidades físicas, psíquicas y sensoriales de los trabajadores mayores de 45 años en relación a las demandas del puesto de trabajo guardando  relación con esas capacidades que puedan verse afectadas, evitando el potencial deterioro de la  salud de este colectivo de trabajadores que tienen que afrontar en ocasiones tareas excesivamente  pesadas o de riesgo.

Herramienta de medición

La valoración de las capacidades vs. demandas o requerimientos del puesto nos permiten determinar si un puesto de trabajo es adecuado; es decir, si las capacidades de la persona son acordes a las demandas del puesto, si tiene dificultades para cumplir con las exigencias del mismo o si no puede responder a dichas demandas ni siquiera de manera ocasional. En consecuencia el trabajador será Apto cuando no presenta ninguna dificultad para el desempeño de todas las tareas propias de su puesto de trabajo; Apto con Limitaciones cuando presenta dificultades ocasionales que conllevan a una adecuación del puesto de tipo restrictiva y/o adaptativa; No Apto cuando no puede realizar ninguna tarea del puesto de trabajo lo que conlleva a un cambio de puesto cuyas demandas se adapten a las capacidades de la persona de edad.

Por tanto, es prioritario en las empresas, el estudio e implementación de medidas que permitan garantizar a estos trabajadores de edad avanzada el mismo nivel de protección que al resto de trabajadores, pero ajustado a su situación de edad.