En primer lugar, me gustaría destacar que a lo largo de la historia de la Corporación y al menos hasta el año 2012, TODAS LAS COOPERATIVAS DEL GRUPO (Incluyendo a Orona y Ulma), todas sin excepción, han pasado por situaciones dispares en las que han sido APORTADORAS Y RECEPTORAS de los Fondos Corporativos, y en especial del Fondo de Compensación de Pérdidas. Unos años han contribuido a reforzar los Fondos y otros a recibirlos para superar su mala situación en la que estaban. Esta magnífica plataforma de Intercooperación ha servido para relanzar y potenciar Cooperativas que de otra forma se hubiesen cerrado inexorablemente.

En segundo lugar, y también como fruto de mi experiencia laboral, soy de los que pienso que el Liderazgo Empresarial de Personas y Equipos es fundamental en todas la Empresas, y sobre todo en las Cooperativas. Toda la Sociedad debe aplaudir, agradecer y reconocer a las personas que han desplegado y liderado una gestión eficaz y han situado, mediante su conducción, a las empresas en posiciones competitivas destacadas. 

No obstante, mi experiencia también me impulsa en esos momentos a exponer una reflexión que he observado en varias Cooperativas a lo largo del tiempo. En mi opinión, el éxito empresarial mantenido, puede segregar una peligrosa y sutil especie de "alcohol " de alta graduación, que ingerido durante varios años, puede terminar por afectar peligrosamente a la Empresa-Cooperativa en forma de lo que yo denomino el "Síndrome de Prepotencia Directiva" que puede llegar a impactar muy negativamente en la evolución de la Empresa - Cooperativa en su estilo de Dirección y por tanto en su próximo futuro.