Trump 2.0: Incertidumbre al alza

Trump 2.0: Incertidumbre al alza

Nagore Díez, Analista financiera en LagunAro, EPSV
La vuelta de Trump a la Casa Blanca trae consigo una elevada incertidumbre, si bien se mantiene de momento en los mercados financieros la expectativa de una presidencia con mucho ruido, pero de fondo pragmática y beneficiosa para la economía.
18/03/2025

Las amenazas de aranceles y su interés por controlar el tablero geopolítico son factores de amplio calado y las medidas en estos frentes serán especialmente sensibles.

Comenzando por los aranceles, y más allá de las más que proclamadas medidas sobre China (arancel del 10% adicional ya en marcha), Trump tiene intención de utilizarlos como arma negociadora. Esto quedaba patente en el retraso en la implantación de los aranceles para México y Canadá tras conversaciones, situación que podría replicarse en los recién anunciados aranceles recíprocos. En este caso, el sector automoción podría ser uno de los principales damnificados, sector que tiene un notable peso en la economía vasca y en el ámbito cooperativo. A nivel global, estas medidas no solo tendrían impacto en indicadores de crecimiento, sino también de inflación. Un repunte significativo de los precios que descarrile la actual desinflación obligaría a los Bancos Centrales a retomar la senda de subidas de tipos de interés, lo que implicaría un freno adicional al crecimiento.

En el frente geopolítico, tras la tregua entre Israel y Gaza, el interés de EE. UU. se centra en mediar en el conflicto Rusia-Ucrania, comenzando con conversaciones con Rusia sin que Ucrania (ni Europa) se sienten a la mesa. Esto era visto como una clara falta de lealtad en la cooperación de EE. UU. en cuestiones militares y una fuente de presión para que Europa eleve su gasto en defensa. Su financiación supondría un notable golpe para los países europeos, que, en muchos casos, todavía no han comenzado a reducir el endeudamiento derivado de las políticas fiscales desplegadas por el Covid. El nuevo gobierno alemán será decisivo para permitir emisiones de deuda conjunta en la UE que absorban estos requerimientos.

“Tenemos cuatro años por delante. La incertidumbre será nuestra compañera de viaje y el impacto económico, difícilmente previsible”

En cualquier caso, para Europa, un acuerdo de paz tendría un impacto positivo, principalmente por la estabilidad política en la región y el potencial de reconstrucción, si bien hay más dudas sobre la evolución de los precios energéticos, variable especialmente sensible para Europa y su industria. Una satisfactoria resolución del conflicto hace necesaria la participación de Europa y Ucrania en el proceso negociador y, en el mejor de los casos, podría culminar con un potencial levantamiento de las sanciones a Rusia y una recuperación parcial de los flujos de gas ruso hacia Europa con la consiguiente reducción de precios, aunque ello choca con el objetivo europeo de desengancharse del gas ruso en 2027.

Con todo, llevamos poco más de un mes de presidencia de Trump y tenemos cuatro años por delante. La incertidumbre será nuestra compañera de viaje y el impacto económico, difícilmente previsible.