Según un informe de LABORAL KUTXA, los hogares vascos concluyen 2014 con una percepción pesimista respecto de la evolución socio-económica

El IV trimestre de 2014 cierra un año caracterizado por el estancamiento en el pesimismo de la confianza de los hogares. La falta de confianza en la mejoría de la situación de la economía general y del empleo contribuye a la desfavorable expectativa de la economía del hogar. Así, los hogares vascos reconocen que siguen conteniendo su consumo y señalan que les resulta difícil ahorrar.
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19/12/2014

El informe realizado por LABORAL KUTXA, refleja esta percepción general respecto a la situación económica actual, partiendo de tres pregunas genéricas:

- ¿Cuál es la opinión de los hogares vascos con respecto de la evolución socio-económica general en los próximos doce meses…?

Los hogares vascos concluyen el año 2014 con una percepción pesimista (-19) con respecto de la evolución socio-económica, que no ha variado a lo largo de los trimestres y no apunta indicios de mejoría. Además, los hogares vascos se han mantenido más pesimistas que en el Estado (-11) y la UE-28 (-8).

- ¿Por qué los hogares vascos se mantienen en este pesimismo con respecto de los próximos doce meses?

  1. La percepción de los hogares vascos sobre la evolución de la situación de la economía general (-21) y del desempleo (-17) es negativa y apenas ha cambiado a lo largo del año, con valores muy parecidos en los cuatro trimestres.
  2. Esta percepción condiciona las expectativas sobre la situación económica de su hogar, que también se mantiene dentro de este ambiente de pesimismo (-15) sin registrar cambios a lo largo del año.
  3. Consecuentemente, las expectativas sobre la capacidad de ahorro son negativas (-25), reflejando la incertidumbre de una parte sustancial de hogares con respecto de sus ingresos y capacidad de generar remanente que se destine al ahorro.

- ¿Cómo afecta esta percepción en las decisiones de gasto e inversión?

Los hogares vascos han mantenido a lo largo del año una positiva expectativa sobre la marcha de la inflación (+13), prevaleciendo trimestre a trimestre la idea de que los precios que no van a crecer más de lo que lo han hecho hasta ahora.

Las expectativas de consumo muestran valores negativos a lo largo del año, de acuerdo con la percepción pesimista sobre la situación económica general, del hogar y del empleo. Con todo, es posible que la positiva expectativa sobre los precios haya contribuido a mejorar ligeramente la intención de compras en el cierre del año (-17, +11pp).

No hay movimiento en la demanda de bienes que son una inversión para los hogares. La demanda de vivienda ha sido y es muy débil (apenas el 2% de los hogares valora la opción de compra) y a lo largo del año se apunta una mejoría en la intención de compra de coche (4,5% seguro, 1,2% probable).

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