Ramón de la Sota y Llano empresario nacionalista

Ramón de la Sota y Llano empresario nacionalista

Eukeni Olabarrieta
Uno de los personajes más importantes del mundo industrial vasco nació accidentalmente en Castro Urdiales el 20 de enero de 1857. Su infancia transcurre en la casa familiar de San Julian de Musques (Bizkaia) hasta que en 1868 se traslada a Bilbao para estudiar y posteriormente a Madrid para finalizar la carrera de derecho en la Universidad Central de Madrid.
17/01/2023

Fue, sobre todo, un empresario nato y puso en marcha varios negocios. En 1881 forma una sociedad con su primo Eduardo Aznar y de la Sota, marqués de Berriz. Se dedican a la minería exportando hierro a los ingleses. En 1886 se constituye en uno de los impulsores de la Cámara de Comercio Vizcaína. Entre 1886 y 1900 la sociedad crea compañías mineras en Cantabria, Almería, Teruel, y la compañía Astilleros Euskalduna para la construcción de buques. En 1901 se adentra en el mundo de los seguros y crea la compañía Seguros La Polar con sucursales en casi todos los continentes. Amplían el negocio al transporte marítimo fundando la gran empresa naviera Sota y Aznar que contó con una flota de más de 30 barcos. Gran parte de esta flota fue hundida por los torpedos de los submarinos alemanes durante la Primera Guerra Mundial. La sociedad había hecho una arriesgada apuesta de colaboración con los ingleses arrendándoles gran parte de la flota.

Sir Ramón de la Sota

En 1921 el gobierno británico le concedió el título de Knight Commander of the Order of the British Empire “por ser buen amigo de Inglaterra y de sus nacionales”. Desde entonces Sota se hizo llamar constantemente Sir Ramón de la Sota. Un hecho un tanto insólito porque para poder usar el título de sir había que ser británico o de la Commonwealth. Pero Inglaterra hizo una excepción. También tenía el título de Marqués de Llano otorgado por Carlos III a un antepasado suyo en 1772.

Euskalerrikos y fenicios

Sota forma parte de la sociedad fuerista Euskalherria opuesta a la abolición foral de 1876 cuyos miembros eran conocidos como euskalherrikos, y es elegido diputado provincial de 1888 a 1892. A la muerte de Sagarminaga, Sota preside la sociedad que es criticada duramente por Sabino Arana por no considerarla suficientemente nacionalista y les llama “fenicios” por anteponer su patrimonio a la causa nacionalista. Pero esto tuvo arreglo, las dos tendencias se reúnen y en 1899 fundan el Centro Vasco. Además, impulsó la creación de un Estatuto Vasco que se concedió ya iniciada la guerra civil en 1936.

En julio de este año el frente norte está a punto de caer en manos del ejército franquista y Sota es conminado a exiliarse con su familia por correr un grave peligro, pero se niega a salir del país y fallece en Getxo el 17 de agosto de 1936.

Juzgado después de muerto

Tres años después de su muerte el Tribunal Nacional de Responsabilidades Políticas condenó a Sota al pago de una multa de 100 millones por delitos como haber sido diputado nacionalista, antiespañol, participar en la quema de una bandera española, por firmar un telegrama enviado al presidente de EE.UU. Wilson para felicitarle por su iniciativa en sus famosos “puntos para la paz mundial”. Como escribió Indalecio Prieto en sus memorias en unas páginas dedicadas a Sota "esta originalidad de los tribunales franquistas quizás tenía el objetivo de imponerle un duro correctivo para que se enmendase en la otra vida”.