Los accidentes tienen género
Los accidentes hoy por hoy tienen género y la pregunta que me hago es por qué. A hombres y mujeres se nos ha educado para roles diferentes, que marcan nuestra forma de pensar, nuestras creencias, valores actitudes y comportamientos. No es más que una construcción social basada en las relaciones patriarcales de género (1) (Rodríguez Enríquez, C., 2015).
De manera general, la masculinidad aparece vinculada a las imágenes estereotipadas de control, competitividad y racionalidad instrumental, mientras que la femineidad está confinada a imágenes estereotipadas de la intimidad, a cuidar otras personas, al compromiso físico, y características como la delicadeza, la atención o el detallismo (2)(Principales factores de género que inciden en las actitudes y comportamientos ante los riesgos laborales y en los daños derivados de los mismos; Osalan 2021).
El sistema socio económico sustenta esta estructura. Como ejemplo, en estas fechas de regalos seguimos viendo la diferenciación clara de lo que han de ser regalos para niñas y para niños, sin que aún nos rechine demasiado. Desde luego en mi generación esto ha sido muy evidente y mucho más en las anteriores. Afortunadamente asistimos a un despertar del feminismo y la búsqueda de la igualdad, donde la vida de las personas ha de ser el centro. Lo mismo que buscamos con la cultura preventiva.
Personalmente, tengo que confesar que estoy aprendiendo mucho sobre la perspectiva de género y sobre el feminismo. Muchas cosas que para mí pasaban desapercibidas, ya que no me las cuestionaba porque me parecían lo normal. Gracias, entre otras cosas, a las conversaciones que mantengo con mi hija sobre el asunto, que estoy desarrollando una mayor conciencia y sensibilidad, además de aprendizaje.
Los datos de accidentes de trabajo
Para responder al subtítulo de este post, “los accidentes tienen género”, me he embarcado en encontrar datos que pudiesen reflejar la creencia intuitiva y experiencial, de que hombres y mujeres, posiblemente en función de nuestros roles de género, tenemos diferente actitud frente a las situaciones de riesgo, y a las medidas de seguridad y salud.
Esto nos puede dar una primera idea de la influencia que ha de tener una mayor igualdad, dónde cada persona, desarrolle en sí mismo individual y también colectivamente los aspectos más beneficiosos para el bienestar individual y social, de la parte masculina y femenina que vive en cada persona, dejando atrás lo que supone separación, y por tanto falta de bienestar.
He buscado información acerca de accidentes de trabajo y sexo. En ese sentido hay ya mucha información y no quiero abrumar con ella. Por lo que aporto un resumen de datos obtenidos de fuentes oficiales.
De acuerdo con los primeros datos de estadísticas que se exponen en la web del Ministerio de Trabajo y Economía Social en 1998 (3), y en los que el factor género está incluido, podemos ver que durante estos 25 años se ha venido dando un número mayor de accidentes de trabajo en hombres que en mujeres.
Habría que tener en cuenta que la incorporación de la mujer al trabajo se ha incrementado enormemente desde entonces, ya que en 1998 representaba, según datos del INE (instituto nacional de estadística) (4), el 35% de la población activa y en el 2023 el 46,5%. A pesar de ello sigue siendo sensiblemente menor el número de accidentes en mujeres.
Según datos del INSST (5), en el año 2022 del total de accidentes con baja en jornada de trabajo aproximada mente el 70% se produce en hombres y el 30% en mujeres. La diferencia es brutal en cuanto a los datos de accidentes mortales, ya que el 94% se produce en hombres y solo un 6% en mujeres.
Claro que quizás habría que tener en cuenta la actual segregación horizontal (cuando la fuerza laboral de una industria o sector específico se compone principalmente de un género en particular.), por la que los hombres ocupan mayoritariamente sectores con mayores riesgos en cuanto a la seguridad, y las mujeres sectores de mayor riesgo para la salud, sobre todo ergonómicos y psicosocial. Esto podría quizás explicar en parte esta diferencia en la accidentabilidad, sino tuviéramos en cuenta nuevamente la mirada sesgada que normalmente se tiene de esto, asumiendo que las mujeres tienen menos riesgos.
La escasa perspectiva de género que aún tenemos en la aplicación de la prevención de riesgos laborales hace que se invisibilicen los riesgos que afectan a las mujeres y cómo les afectan. Partiendo del tópico de que el trabajo de las mujeres es seguro, se produce una ausencia de pautas de prevención adecuadas y pocos programas de prevención dirigidos a las mujeres en su trabajo, de manera que sus riesgos no se visibilizan. Esta invisibilización de los riesgos que afrontan las mujeres lleva en muchos casos a atribuir sus enfermedades a las hormonas o la imaginación, rechazando sus quejas detallismo (Principales factores de género que inciden en las actitudes y comportamientos ante los riesgos laborales y en los daños derivados de los mismos (Osalan 2021).
Más datos
No contento con estos datos he acudido a los accidentes de tráfico para ver si existe un paralelismo y esta hipótesis de que los hombres se accidentan más que las mujeres no es cierta, o está justificada. En este ámbito si que no se da una segregación horizontal.
Hay un estudio de la DGT (Dirección General de Tráfico), del año 2022 (6), con datos del período 2015 al 2019.
En primer lugar hay que indicar que en España, en el año 2022, según datos de la DGT, estaban censados 15,7 millones de conductores hombres y 12 millones de conductores mujeres. Lo que representa un 56,7% de hombres al volante frente a un 43,3% de mujeres.
En cuanto a las personas conductoras fallecidas o que han requerido hospitalización, en el periodo 2015 a 2019, el 86% son hombres y el 14% mujeres. Y en el caso de accidentes con conductores heridos sin hospitalización el 70% son hombres y el 30% mujeres.
En vías urbanas el 32% de los accidentes son en mujeres conductoras y el 68% en hombres. Y en vías interurbanas el 25% es en mujeres y el 75% en hombres.
Además es interesante conocer que en este período 2015 a 2019 los siniestros en hombres han ido aumentando al contrario que en el caso de las mujeres, que han disminuido.
Por otro lado este estudio nos aporta unos datos interesantes en cuanto a las infracciones que más siniestros producen:
- Las infracciones por exceso de velocidad son el doble en hombres que en mujeres.
- Las de consumo de alcohol son 5 veces más que en hombres que en mujeres.
- El 60% de las mujeres no reciben multas y sin embargo casi el 70% de los hombres si las reciben.
- El uso del cinturón de seguridad es mayor en mujeres que en hombres.
Hay datos que faltan
¿Podemos decir con estos datos, además de los que cada uno tenga en su experiencia, que hay una mayor percepción del riesgo y comportamientos más seguros y saludables en las mujeres que en los hombres?
Sería fácil decir que sí, sin embargo habría que tener en cuenta un ámbito de trabajo no reconocido ni remunerado, y por tanto fuera de las estadísticas de accidentes de trabajo, como es el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, que afecta mayoritariamente a las mujeres. Se estima el valor del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado entre el 10% y el 39% del PIB mundial, lo que superaría el valor de las manufacturas, el comercio, el transporte y otros sectores clave (ONU, 2016).
Más allá de los datos
No se trata de decir que las mujeres son mejores que los hombres en el sentido de que parezca que tengan actitudes y comportamientos más alineados hacia la prevención de accidentes, sino que se trata de entender las dinámicas estructurales que perpetúan las desigualdades entre hombres y mujeres, y en nuestro caso su relación con el desarrollo de una cultura preventiva positiva.
No termino aquí, sino que me propongo aportar algunas reflexiones en un próximo post. Te invito a que lo leas, y hagas tus comentarios.
En Osarten podemos prestarte nuestra colaboración para trabajar codo con codo en el desarrollo de la cultura prevetiva. Si es así no dudes en contactar con mi compañero Igor López (619288048; iglopez@osarten.com) o conmigo mismo Martín Silva (674966441; msilva@osarten.com).
Referencias
1.Rodríguez Enríquez, Corina (2015). Economía feminista y economía del cuidado. Aportes conceptuales para el estudio de la desigualdad.
2. Osalan (2021). Principales factores de género que inciden en las actitudes y comportamientos ante los riesgos laborales y en los daños derivados de los mismos. (Osalan).
3. Ministerio de Trabajo y Economía Social/ Instituto nacional de seguridad y salud en el trabajo (2023) Accidentes de trabajo con baja en jornada de trabajo (ATJT), según sexo y edad. Período 2019 a 2022.
Estadísticas de accidentes de trabajo del Ministerio de Trabajo y Economía Social
4. Instituto Nacional de Estadística (2023). Datos de población ocupada.
5. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo Coordinación de Información y Observatorio (2010) Acercamiento a la siniestralidad laboral desde una perspectiva de género.
6. Dirección General de Tráfico Ministerio del Interior de España (2022). Estudio de la seguridad vial desde la perspectiva de género.