Leve retroceso en la confianza de las empresas y los hogares vascos

Laboral Kutxa ha publicado el primer estudio trimestral de 2016. Según el cual, el índice de confianza de las empresas de la CAV logra mantenerse en zona de expansión, con buenas perspectivas de actividad, facturación y empleo. No así el de los consumidores vascos.
15/03/2016

Luces y sombras. El primer trimestre de 2016 ha estado marcado por la incertidumbre en los indicadores económicos, y ello ha incidido en la confianza confesada por los dos principales agentes económicos de la economía vasca: por una parte los consumidores, que han acusado una merma de 3 puntos en su confianza, que se sitúa en -7; y por otra parte las empresas, que aguantan el tipo y apenas reducen su nota de confianza, desde 55,4 hasta los 55,3 puntos. Con todo, en ambos colectivos concurre una sintonía optimista sobre las perspectivas de empleo.

En el caso de los hogares vascos, para un horizonte temporal que abarca los próximos 12 meses, los resultados del informe sobre la confianza publicado por el Departamento de Estudios de Laboral Kutxa recoge aspectos positivos relacionados tanto con la evolución del empleo (aunque se atenúa respecto al trimestre anterior), como con los precios; aunque las familias vascas también traslucen escepticismo sobre la mejora de la economía general y sobre la propia capacidad de ahorro. Y en este contexto, la falta de confianza en las variables relativas a los ingresos del hogar lastra las decisiones de compras relevantes de los consumidores: vivienda y automóvil, principalmente.

La confianza declarada en el ámbito mercantil contrasta con los resultados obtenidos en los hogares

Respecto al índice de confianza industrial, las empresas consultadas declaran un moderado optimismo de cara al segundo trimestre de 2016 que, aunque desciende ligeramente respecto a lo manifestado a cierre de 2015, se mantiene en la denominada zona de expansión positiva. Así, la confianza declarada en el ámbito mercantil contrasta con los resultados obtenidos en los hogares, y refleja buenas perspectivas respecto al entorno económico, sustentadas en expectativas favorables en la facturación, que se prevé reforzada por un aumento de laactividad. Las conclusiones del estudio se basan en las opiniones recogidas en la última encuesta trimestral dirigida a más de 400 empresas industriales de la Comunidad Autónoma Vasca respecto a la situación de sus negocios en el pasado trimestre y sus expectativas para el trimestre que está por llegar.

La disparidad entre las visiones de empresas y familias tiene su razón de ser, y requiere profundizar en los indicadores parciales cuya acumulación forma el valor de ambos índices. El desglose de los datos industriales muestra una expectativa de mejora en el segundo trimestre de 2016, vía actividad y facturación, aunque el incremento en la factura tendrá su origen en unas mayores ventas sin incrementos de precios. Los consumidores, por su parte, aún no consiguen visualizar un horizonte despejado, y mantienen dudas sobre la evolución económica y su propia capacidad de ahorro. El empleo se mantiene en zona optimista (+1), pero pierde fuerza (-5). Todo ello motiva que no prevean compras de vivienda o automóvil durante los siguientes 12 meses.

Los consumidores vascos empeoran ligeramente su índice confianza (situada en -7, con una bajada de 3pp)

Índice de Confianza de los consumidores vascos

¿Cuál es la opinión de los hogares vascos con respecto de la evolución socio-económica general en los próximos doce meses?
Frente a un arranque de año complejo en lo social y económico, los consumidores vascos empeoran ligeramente su índice confianza (situada en -7, con una bajada de 3pp), aunque sigue estando en niveles menos pesimistas que los registrados hace uno y dos años. La falta de confianza es compartida con los hogares de la UE-28 (-5) y especialmente con los de Alemania (-6) y Francia (-14), que muestran valores más pesimistas que los registrados en el Estado (-1) y Reino Unido (+2 ).

¿Por qué se contiene la confianza de los hogares vascos?
Se mantiene la falta de confianza de los consumidores vascos, todavía ligeramente pesimistas, con respecto de la evolución de la economía de su hogar (-6, -3pp) y la falta de convicción sobre la mejora en su capacidad de ahorro (-14, +1pp). En consonancia con la evolución del mercado de trabajo, los hogares vascos estiman que la situación laboral seguirá mejorando como hasta ahora (+1), si bien han empeorado su valoración con respecto del IV trimestre de 2015 (-5pp).

En definitiva, los hogares vascos mantienen su escepticismo sobre la robustez de la economía general, que repercute en la valoración que hacen de la economía de su hogar y la falta de recuperación de su capacidad de ahorro. El mejor resultado sigue siendo la expectativa sobre la evolución del empleo, que suma cuatro trimestres consecutivos en valores positivos.

¿Cómo afecta la confianza de los hogares en las decisiones de gasto e inversión?
Los hogares vascos consideran que los precios van a seguir creciendo de forma similar, lo que significa un escenario escasamente inflacionista, y coherente con los datos que se van conociendo, como IPC o Euribor, referencias en mínimos históricos. Pese al positivo escenario anticipado con respecto del empleo y los precios, los hogares vascos mantienen su pesimista valoración del momento actual para la realización de compras relevantes (-11, 0pp). Asimismo, las expectativas de realización de estas compras siguen en valores negativos, pero paulatinamente apuntan hacia una leve mejora (-9, +2pp ).
Por último, se mantiene el perfil bajo con respecto de la intención de compra de vivienda (apenas el 2% de los hogares valora la opción de compra) o vehículo (3% seguro, 1% probable), que alude a un número muy limitado de hogares que lo estén considerando.

Índice de Confianza de las empresas vascas
Si analizamos las previsiones de las empresas en cuanto a la facturación, los resultados son favorables de cara al segundo trimestre de 2016. Las respuestas se reparten entre las que consideran que ésta se mantendrá (49,5%) y las que creen que mejorará (37,4%), quedando en un 13,1% la proporción de empresas cuya facturación se prevé peor. Asimismo, más de la mitad (60,6%) de las firmas considera que la actividad se mantendrá, y un 21,8% que espera mejoría. Solo el 12,5% de la muestra cree que la actividad empeorará.

Además, y en coherencia con los indicadores ahora comentados, las empresas esperan una mejoría en lo que al volumen de pedidos se refiere. Así, más del 50% de los encuestados espera que el volumen se mantenga y el 36,7% que mejore, frente al 13,1% que piensa que será inferior. No obstante, en relación a los precios la estabilidad es la nota dominante, con un 76,5% de los encuestados que consideran que éstos se mantendrán a lo largo del segundo trimestre. De las empresas restantes, el 6,9% piensan que los precios serán superiores y el 16,6% restante se inclinan por precios a la baja.

Sin duda, otro de los datos positivos es que las empresas tienen intenciones de incrementar su capacidad productiva y en última instancia aumentar el número de empleados.

Exportaciones, I+D y acceso a la financiación bancaria

Estos son otros temas de interés que se han planteado en la encuesta. Sobre la evolución de las exportaciones a lo largo del último año, el 61,8% de los encuestados opina que se ha mantenido igual y es el 20,2% el que refleja una mejoría, quedando en unos 18% aquellos que indican el empeoramiento de las ventas en el exterior. En cuanto al porcentaje de ventas destinado a la innovación o iniciativas de I+D a los largo del último año el 66,9% de los encuestados se sitúa en valores mínimos, entre un 0% y un 0,5%, frente al interesante 5,3% que destina más de un 5%.

Para finalizar, el 64,1% de los encuestados opina que el acceso a la financiación bancaria se ha mantenido igual a lo largo del último año. El resto de empresas se reparten entre el 28,8% que considera que ha mejorado y el 7,1% que opina lo contrario.

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