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LABORAL Kutxa participa en el proyecto "Natura Bizia"
Un avance del proyecto puede visualizarse en este trailer:
https://naturabizia.com/inicio-documental/
El proyecto Natura Bizia, en el que ha participado LABORAL Kutxa, muestra a través de un largometraje y de una serie de 8 episodios la cara más inédita, impredecible y bella de la vida natural de Euskal Herria a través de la mirada de sus protagonistas, las especies animales que viven en nuestros bosques, mares y montañas. No será de extrañar que cuando el gran público vea el documental le suene algunas de las escenas, ya que el calendario de LABORAL Kutxa de 2020 es fruto de la colaboración con Natura Bizia.
Para conseguir estas imágenes han sido necesarias extenuantes jornadas de grabación; desplazamientos por terrenos abruptos; exposiciones a temperaturas extremas, y tiempo, mucho tiempo.
El documental consigue captar la esencia de nuestro entorno natural y mostrar al público sensacionales retazos de la vida salvaje en libertad.
Hablamos con el equipo de Natura Bizia:
- ¿Qué os llevó a rodar el documental NATURA BIZIA?
La pasión que tenemos por la naturaleza. Nos apasiona el mundo natural y queremos que este trabajo sirva para mostrar de cerca al gran público los tesoros naturales que alberga Euskal Herria. Vivimos en un territorio pequeño, poblado y lleno de industria pero nuestro entorno está bien conservado, la naturaleza campa a sus anchas y los animales luchan por sobrevivir día tras día. Nuestra situación geográfica es estratégica: entre Euskadi y Navarra encontramos climas atlánticos, mediterráneos y alpinos; en pocos kilómetros podemos ir desde la costa hasta el Pirineo a través de bosques, montañas de transición y estepas. Y en cada uno de estos lugares encontramos una diversidad de fauna asombrosa.
- ¿Cómo conseguisteis rodar un documental en un entorno tan cambiante? Ni más ni menos que un largometraje y una serie de 8 capítulos…
Producir un documental sobre la naturaleza no es fácil. Las estaciones cambian y con ellas, la floración de las plantas y de los árboles, los hábitos de los animales, etc. La naturaleza está viva, siempre es cambiante. No solo varían los paisajes entre estaciones, sino también durante cada una de ellas, y con los animales pasa lo mismo: algunos viven en nuestro entorno todo el año pero otros migran y hay que filmarlos cuando están aquí. Por ejemplo, la primavera es una explosión de vida en la que los árboles se visten de hoja, florecen muchas plantas y casi todos los animales crían al mismo tiempo. Y todo ocurre en apenas dos meses, muy poco tiempo para poder filmar todo lo que queremos, especialmente cuando se trata de animales salvajes en su entorno natural. Por eso hemos utilizado dos formatos: a través de la película mostramos la naturaleza más salvaje de nuestro entorno, mientras que la serie nos permite adentrarnos con mayor detalle en las diferentes zonas geográficas de Euskadi y Navarra para mostrar su riqueza y los problemas que la acucian. Hemos contado con distintos especialistas en el medio natural para que hablen de cada uno de los temas que hemos abordado porque ellos son los mejor conocen nuestro patrimonio natural y los desafíos a los que se enfrenta.
- ¿Cuáles han sido las mayores dificultades que os habéis encontrado para llevar a cabo el proyecto?
LABORAL Kutxa confió en nosotros y en el proyecto, y quiso poner su granito de arena a la hora de contribuir a mantener el bienestar de la flora y la fauna de la que disfrutamos en Euskal Herria.
Hay veces en que las dificultades son tan simples como trasladar el equipo necesario para desarrollar las filmaciones hasta los lugares exactos de grabación. Se trata de equipos pesados y las distancias y la orografía a veces suponen un desafío. Además hay que recordar que no trabajamos con intérpretes sino con fauna salvaje, y esto nos ha obligado a realizar una enorme inversión de tiempo que no es comparable a ningún otro tipo de producción. También tuvimos que decidir qué especies queríamos que fueran las protagonistas, conseguir que ellas nos eligieran a nosotros, y localizar los entornos más destacables sin olvidar ninguno. Todo esto, desde el punto de vista técnico.
Pero antes incluso de comenzar el rodaje nos encontramos con otra dificultad, esta vez relacionada con la financiación. Tuvimos que celebrar muchas reuniones con numerosas entidades y empresas hasta que encontramos a una que realmente creyó en un proyecto de este tipo, centrado en la naturaleza.
- De todas las especies que habéis podido grabar, ¿cuál ha sido la más difícil de captar con la cámara?
Filmar animales no es nada fácil, y aunque algunos son más fáciles de localizar que otros, en Europa son bastante esquivos. Los más difíciles de captar han sido los grandes cetáceos. Hemos tenido que hacer muchas salidas al mar para poder filmarlos. El mar es tan amplio que el simple hecho de encontrarte con un grupo de delfines o un rorcual común (ballena de aleta gris) es toda una lotería. Y luego está el hecho de que den juego y los puedas filmar durante unos minutos, porque muchas veces se sumergen y se van. Por tanto, el día que consigues filmar varios minutos es todo un logro.
Otro de los animales que más nos ha costado ha sido el oso pardo. Hemos tenido que dedicar muchas jornadas para poder grabarlo bien, pero el esfuerzo ha merecido la pena porque tenemos muchas y muy buenas imágenes de esta especie. En cambio, nos ha resultado imposible filmar al lobo por la escasez de ejemplares que hay en nuestro territorio y por lo esquivo que es. Pero la naturaleza es así, siempre te da sorpresas. A veces te encuentras con una especie que no tenías contemplada en el guion, y otras veces te fallan las que esperabas utilizar para contar una historia.
- ¿Nos puedes adelantar algún dato curioso que nos pueda sorprender?
Hemos conseguido filmar algo inédito hasta ahora: el luto de una especie animal a su cría. Más no os puedo detallar, ¡tendréis que esperar a verlo en los cines!
- El documental es una llamada a la conservación de nuestro entorno. ¿Crees que somos conscientes de su riqueza y diversidad natural?
En ocasiones, cuando vamos al monte, a la costa o un bosque no somos conscientes de que en ese entorno habitan muchos otros seres vivos, sencillamente porque no son fáciles de ver o no sabemos lo suficiente sobre ellos. Sin embargo, están ahí, en su hábitat. Con este trabajo queremos dar a conocer a la sociedad que la biodiversidad que nos rodea es rica y variada pero también frágil. En Euskal Herria habitan osos, lobos, el pájaro carpintero de mayor envergadura del continente y hasta rorcuales azules y comunes, los animales más grandes del mundo. Tenemos el mayor salto de agua de la Península Ibérica; el desierto más grande de Europa; el mayor bosque de roble marojo, y el segundo hayedo-abetal más extenso. Por no hablar del flysch del geoparque de la Costa Vasca, reconocido como uno de los grandes afloramientos geológicos del planeta por la Unesco. Son datos objetivos que invitan a saber más, que generan un interés de gran valor para la ciudadanía. A través del conocimiento conseguiremos que la gente valore más nuestro entorno natural porque si carecemos de ese conocimiento no querremos protegerlo.
- ¿Vivimos en una sociedad concienciada con el respeto al medio ambiente?
Somos una sociedad que ha tenido mucho arraigo con la naturaleza desde siempre. Esto no quiere decir que se hayan hecho bien siempre las cosas porque el desconocimiento ha jugado en nuestra contra muchas veces, por ejemplo con la contaminación, el uso de venenos, etc. Pero ahora que sí tenemos ese conocimiento debemos luchar para que esas cosas no vuelvan a ocurrir. Tenemos que ser conscientes de que si tiramos un envoltorio de plástico al suelo ese plástico terminará en el río, y, por tanto, en el mar; se degradará con el salitre y el sol, y se convertirá en un micro plástico que los peces ingerirán mezclado con el plancton… Si seguimos así, nuestras playas estarán compuestas por micro plásticos en lugar de arena. El plástico es el cáncer del planeta, tenemos que ser muy conscientes de ello, ser consecuentes con nuestros actos y reflexionar sobre qué planeta queremos dejar a nuestros hijos.