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Laboral Kutxa estima una caída del PIB del 10,2% este año y un crecimiento del 7% para 2021
Laboral Kutxa estima una caída del PIB vasco este año del 10,2% y prevé la recuperación económica en el segundo trimestre de 2021 para concluir el ejercicio con un crecimiento del 7%.
El director del Departamento de Estudios de Laboral Kutxa, Joseba Madariaga, y el director de Desarrollo de Negocio, Ibon Urgoiti, han presentado el Informe de Perspectivas Económicas 2021 que elabora el Departamento de Estudios de la entidad.
Laboral Kutxa mantiene sus últimas previsiones y estima que el PIB vasco caerá este año un 10,2% para repuntar en 2021, ejercicio en el que prevé un crecimiento del 7%, con una recuperación a partir del segundo trimestre del próximo año.
Los responsables de Laboral Kutxa han aludido a la "elevada incertidumbre" que existe en estos momentos.
En materia de empleo, prevén una caída del 8,7% este año y un aumento del 6% en 2021 para Gipuzkoa, Bizkaia y Araba, y una bajada del 8,5% para Nafarroa. Sin embargo, han advertido de que la «incógnita» es saber «los daños permanentes» que la pandemia va a dejar en la economía, en el tejido empresarial y, por tanto, en el mercado laboral.
En ese sentido, han recordado que «muchas empresas han incrementado su endeudamiento, lo que, en un entorno de escasas rentabilidades esperadas, hace que el riesgo de bancarrota y deterioro del mercado laboral parezcan difíciles de evitar».
En cuanto a la tasa de paro, tal y como ha señalado Madariaga en el informe de final de ejercicio, «no tiene mucho sentido» dar la estimación del paro a la vista del efecto que los ERTE mantienen sobre los indicadores de paro, al figurar quienes están dentro de ellos como ocupados, por lo que, una vez retirados, llegará el momento en que se vislumbrarán esos daños.
Por otra parte, han aludido a los fondos que tienen que llegar de la UE y que han calificado con el «primer Rey mago», y, tras incidir en que hay que aprovechar para seleccionar bien los proyectos que se van a presentar, han defendido que todo el tejido empresarial, incluída las pymes, tienen que «poder presentar proyectos».
Desde su punto de vista, va a ser necesario dirigir el impulso fiscal europeo a ayudar a sectores afectados «con futuro» y apostar por la «modernización» del tejido productivo en áreas como las relacionadas con la sostenibilidad medio ambiental y la digitalización.
Tras remarcar que la recuperación en la economía vasca está prevista para el segundo trimestre, con un crecimiento esperado «importante y continuado», ha añadido en cuanto a la evolución del sector industrial vasco, lo cierto es que, tras repuntar hasta noviembre «no esperan un ajuste relevante» porque las medidas adoptadas no afectan al sector industrial.
En cambio, sí prevén que, en cuanto se despeje el horizonte a partir del segundo trimestre, comenzará un proceso de inversión o de reinversión que se ha visto constreñido o aplazado por el entorno en el que se ha movido la economía este año.
En comparación con los niveles prepandemia de la industria vasca, hasta setiembre las cifras más relevantes y significativas se han dado en una caída de la tasa general del -5,7%; en la industria manufacturera del -4,3% y del -5,8% en los bienes de consumo duradero y del -3,7 en los de consumo no duradero.