
Inteligencia artificial en el diseño diseño: oportunidades y retos
Estas son las primeras conclusiones obtenidas de los primeros análisis realizados por DIARADESIGN que seguramente cambiarán en un breve intervalo de tiempo:
¿Dónde está el valor de la IA en el proceso de diseño?
Si tomamos en cuenta un proceso de diseño clásico (Análisis, Idealización y Desarrollo), la IA es un aliado fuerte para gestionar grandes volúmenes de datos, sacar patrones y crear claves interesantes. Gracias a ello, podemos tomar decisiones más ágiles.
En la fase de ideación, la IA ha mostrado que es una herramienta de creación fuerte. Nos da la posibilidad de crear imágenes, vídeos y conceptos muy rápido. Aún así, todavía no alcanza el nivel de originalidad, sensibilidad y detalle que ofrece la calidad humana.
En la fase de desarrollo, en cambio, aún no vemos claro que valor significativo puede aportar. Quizás, los diseñadores podemos ser en ese aspecto más fuertes.
Además, el rol de los diseñadores tiende a tomar mayor implicación en la estrategia y en la toma de decisiones; y la IA, en cambio, se encargará de las tareas operativas. Afortunadamente las emociones y la intuición seguirán siendo atributos humanos.
“En la fase de ideación, la IA ha demostrado ser una potente herramienta para la creatividad. Nos permite crear imágenes, vídeos y conceptos rápidamente. Sin embargo, todavía no se llega a la originalidad, sensibilidad y detalle que ofrece la calidad humana”
Retos a los que nos enfrentamos
Otro de los retos que estamos descubriendo es la homogeneización de la creatividad: aunque la IA ofrece la posibilidad de crear contenidos rápidamente, existe el riesgo de que los resultados sean repetitivos y no sean fiables. En este ámbito también tenemos mucho que decir.
Otro reto es que, aunque la herramienta se presente muy accesible, se necesita mucha preparación y conocimiento para obtener resultados profesionales de calidad.
También nos preocupa la privacidad y la protección de nuestros diseños. Aún así, aunque mucha gente lo desconozca, las IA generativas funcionan como “cerebros helados”, sin aprender en tiempo real. Por tanto, de momento, estamos tranquilas con ello.
En lo que respecta a la afección que tendrá en nuestro oficio, creemos que en el futuro las empresas valorarán más a los diseñadores que sepan aplicar la IA y comenzarán a pedir plazos de respuesta más cortos. Asimismo, nuestros competidores comenzarán a ofrecer diseños más potentes elaborados con ayuda de la IA. Por todo ello, es primordial aprender y analizar su potencial.
No obstante, creemos que el diseño no está en peligro. Porque nuestro valor no sólo radica en la estética, si no en la capacidad de pensar estratégicamente, conectar con las emociones, interpretar el contexto y trabajar con las personas.