Indice Gini y cooperativas
Ya lo había anticipado en febrero la propia Diputación en una nota publicada por el departamento de Cuidados y Políticas Sociales.
El índice GINI es un parámetro muy importante. Es una medida estadística que se utiliza para representar la distribución de la riqueza o los ingresos en una población. Oscila entre 0 y 100, donde 0 indica igualdad perfecta (todas las personas tienen los mismos ingresos) y 100 indica desigualdad máxima (una sola persona posee toda la riqueza o ingresos). Cuanto más cercano esté el índice a 0, más equitativa es la distribución de la riqueza en ese lugar. Es una herramienta común para evaluar la desigualdad económica en diferentes países o regiones.
Pues bien, el índice Gini de Gipuzkoa se sitúa en 23,0, lo que posiciona a la región entre las menos desiguales del mundo. Sí, sí, del mundo. Es evidente que vivimos en un lugar espectacular y que hemos logrado alcanzar cotas de bienestar colectivas impresionantes. Y yo me siento especialmente orgulloso al ver que nuestro territorio tiene una renta per capita de las más altas del estado y que, además, esa renta está repartida de forma homogénea. Es decir, entre todos, de forma más justa e igualitaria.
En un momento en que la desigualdad se ha convertido en un desafío global, las cooperativas han demostrado sobradamente que son un agente clave en la construcción de un futuro más equitativo y sostenible.
La aportación de las cooperativas al GINI
Y puestos a analizar las razones que explican este índice, creo que es de justicia destacar el papel de las cooperativas en ese logro. Y es que nuestro modelo, con todas sus imperfecciones, ha demostrado que es un modelo altamente comprometido con la transformación social y el desarrollo de territorios más cohesionados. Las cooperativas generan empleos de calidad (*), aplican una política retributiva equilibrada (escala 1 a 6), invierten en innovación y tecnología (186 millones en 2023), sus centros de decisión están aquí, y tienen mecanismos de intercooperación que las hacen más resilientes y sostenibles.
En un momento en que la desigualdad se ha convertido en un desafío global, las cooperativas han demostrado sobradamente que son un agente clave en la construcción de un futuro más equitativo y sostenible.
(*) Empleos de calidad, entendida ésta en las dimensiones definidas por la UE como son la calidad intrínseca del empleo, la cualificación continua, salud y seguridad, diversidad e inclusión, conciliación, participación y rendimiento general.