Impacto en el precio de la energía por la crisis de Ucrania
En la última semana, el precio del gas ha subido un 60% y el barril de Brent supera los 100$, subidas que seguirán incrementándose si la situación actual se alarga en el tiempo, afectando a la inflación e incrementando la inestabilidad de los mercados.
Por ello, la Unión Europea a preparar medidas de contención ante los esperados daños para el consumo, los hogares y la producción industrial. La Comisión Europea tratara de paliar la crisis con medidas fiscales y bonos sociales para tranquilizar a los consumidores, todas ellas puestas en marcha en los últimos meses para aliviar la factura de la electricidad. En cambio, desde el gobierno de España, proponen a las autoridades europeas una reformar global del sistema de fijación de precios de la electricidad para desvincular el precio del gas y del petróleo, y de esta manera impedir que repercutan en la factura de la luz que pagan las familias y las empresas.
Por otro lado, se ha generado un efecto rebote en la bolsa tras el incremento del precio del gas natural, que implica una subida del valor las renovables, en concreto compañías como Solaria, Siemens Gamesa, Audax o Grenergy. La crisis entre Rusia y Ucrania podría forzar una reevaluación de la dependencia de la UE de las fuentes de energía tradicionales, dominadas por países extranjeros como Rusia, EEUU y EAU, para tomar un rumbo diferente hacia las energías renovables aportando más estabilidad a los mercados europeos.
La situación de conflicto actual tendrá un impacto directo en la cadena de producción, ocasionada por la subida de los costes de electricidad y la dependencia del suministro de productos básicos, que puede llevar a algunas empresas a tener que recuperar el debate sobre la viabilidad de producción o la búsqueda de alternativas sobre todo en las industrias electrointensivas o que requieran suministros como el aluminio, paladio o productos como aceites vegetales.
El peso del carbón y petróleo o derivados sobre el total de las importaciones rusas fue del 44% en 2021, que junto con el gas son productos necesarios para la elaboración de gasolinas y otros productos químicos. Esta situación, puede tener un impacto en el corto en el precio del combustible, que se repercutirá en los procesos productivos de las empresas en estos sectores o en el coste del transporte. Asimismo, Europa importa de Rusia más de un 10% de metales como por ejemplo paladio, aluminio y níquel, siendo estos materiales necesarios para la producción de catalizadores para el sector de automoción o los componentes para la fabricación de equipos y maquinaria.
Ucrania además es el principal exportador de aceite de girasol, maíz y trigo, productos clave para la fabricación de fertilizantes usados en la ganadería y en la elaboración de conservas en aceite, que se han encarecido aún más durante la última semana, afectando a un sector que lleva arrastrando problemas de rentabilidad este último año y que ven mermada su actividad.
Dado el escenario actual, el suministro de estos elementos puede verse puntualmente afectado si la situación se mantiene en el tiempo.
Por ello convendría a las empresas buscar alternativas en el corto plazo para el transporte de mercancías en rutas alternativas o nuevos proveedores de materias primas, por ejemplo, el suministro de gas licuado transportado por barco. De esta manera la crisis generará un menor impacto en los costes de producción y en el precio que asume el cliente final, manteniendo el consumo e impidiendo frenar el crecimiento.