Ormaetxea: un idealista pragmático

“Ormaetxea aprendió de Don José María los valores que le han acompañado durante toda su vida: Compromiso, entrega, responsabilidad, cooperación, solidaridad y generosidad dando cuerpo y contenido empresarial a sus ideas y recomendaciones, que las convirtió en realidades exitosas, primero desde la dirección de Ulgor y después  desde la de Caja Laboral. Fue desde esta entidad donde continuó con su apuesta por el desarrollo de la Experiencia Cooperativa de Mondragón creando la División Empresarial que permitió una rápida expansión del número de cooperativas y la generación de un importante número de puestos de trabajo, consolidados como socios cooperativistas, repartidos por las diferentes comarcas. Protagonizo y vivió intensamente esta experiencia creadora en el campo del desarrollo empresarial.

En el mapa de los proyectos de Ormaetxea encontramos respuesta a las necesidades e ideas sociológicas y éticas de Don José María, que han desempeñado un importante papel en su creatividad. No son la biografía de los empresarios exitosos, sino el encuentro en las personas comunes y las ideas que hablan en voz alta. Se trata de una forma de vida y pensamiento, de un relato de la experiencia humana. Decidió erigirse como actor importante ante desafíos tan grandes y tan vigentes como la búsqueda de la equidad social.

Todo cuanto ha hecho, cuanto ha escrito, cuanto ha dirigido y cuanto ha convencido a sus compañeros, es una invitación a la reflexión y a la acción.

En su labor profesional se caracterizaba por su esfuerzo renovador permanente, por su entrega a los demás, por ser un trabajador incansable, lector contumaz, escritor exquisito, y muy riguroso y exigente en la persecución de los objetivos planificados.

Este hombre que tanto se ha exigido a sí mismo, ha exigido también mucho a los demás en cuanto a formación, participación y compromiso. Ello le hizo ganarse el respeto de todos y también el sobrenombre familiar de “El tigre”. Entre todos sus rasgos, destaca el de la “generosidad”. En ningún momento buscó ninguna prebenda en su favor, pese a la inmensa obra realizada que lo coloca entre los grandes empresarios del País Vasco. Para terminar,  decir que se trata de un hombre cooperativo, emprendedor, trabajador y empresario, idealista y pragmático a un tiempo”.