El Parlamento Vasco aprueba la nueva Ley de Cooperativas

El Parlamento Vasco ha aprobado hoy la nueva Ley de Cooperativas de Euskadi. Se trata de una Ley que va a aplicarse a un gran colectivo socio-empresarial de Euskadi: más de 2.000 empresas cooperativas y cerca de 80.000 empleos.

La nueva norma entrará en vigor 30 días después de su publicación en el Boletín Oficial del País Vasco y las cooperativas tendrán dos años para la adaptación de sus estatutos a la nueva Ley.

Adaptación digital. La Ley se adecua a la gran revolución digital que el tejido empresarial está viviendo, donde la innovación y las nuevas tecnologías se han implantado plenamente. Adaptación que se incorpora posibilitando diversas fórmulas tales como la utilización de las TICs para convocar las Asambleas Generales, que el órgano de Administración pueda celebrarse por videoconferencias u otros soportes técnicos, utilizando las páginas web corporativas para la prestación de la información societaria a las personas socias o haciendo posible el depósito de cuentas por vía telemática.

Globalización de los mercados. La nueva Ley también tiene en cuenta el nivel de globalización del cooperativismo vasco, con un volumen de facturación algo superior a los 8.000 millones de euros, de los cuales las dos terceras partes son ventas internacionales. Y para atender a esta realidad eleva a rango legal la regulación de los grupos cooperativos, posibilita las denominadas fusiones especiales (es decir, que las cooperativas puedan fusionarse no sólo con otras cooperativas, sino también con otras sociedades mercantiles o civiles), permite la creación de cooperativas mixtas que se adecuen a cada proyecto concreto; o incrementa del 25% al 30% el porcentaje de trabajadores por cuenta ajena respecto de los socios, para que esta regla no sea un freno al crecimiento empresarial que conlleva el incremento de nuevos mercados y del consiguiente incremento de la facturación y de los recursos humanos necesarios.

Responsabilidad de los socios. La Ley tampoco olvida la gran crisis empresarial de esta década y parte de la anterior, que puso al descubierto un conjunto de nuevas situaciones que hacían conveniente su resolución y para ello delimita la responsabilidad de las personas socias ante los acreedores de la cooperativa, fija la inembargabilidad de las aportaciones sociales y posibilita el rehúse del reembolso de las aportaciones cuando a las cooperativas les ocasione un desajuste de sus ratios económico-financieros.

La nueva Ley refunde y recopila en un texto único la normativa de aplicación a las cooperativas que hasta ahora estaba regulada en cinco normas distintas. Esta integración aglutina en un único texto legal la solución a una dispersión normativa, lo cual es un aspecto técnico esclarecedor favorable.

Representantes de diferentes instituciones cooperativas con la Consejera de Empleo, María Jesús San José, en una foto colectiva tras la aprobación de la Ley.

Gobernanza. La Ley recoge también aspectos ligados a los cambios sociales, la sostenibilidad y la necesidad de profundizar en la gobernanza cooperativa. Para ello, adopta medidas tales como el incremento del número de personas no socias que pueden formar parte del órgano de Administración, posibilitando que también en dicho órgano la figura del Secretario se ejerza por una persona no consejera, así como la posibilidad de nombrar Consejeros Delegados o Comisiones Ejecutivas, fijando también los deberes de diligencia y lealtad de los administradores u obligando a los administradores a abstenerse de desarrollar actividades que conlleven competencia con la cooperativa o supongan un conflicto de intereses. 

Agente social. El Parlamento Vasco reconoce también el peso del cooperativismo vasco y su gran aportación para conseguir una Euskadi más próspera, participativa e igualitaria, razón por la cual reconoce como agente social a la entidad más representativa del Cooperativismo Vasco, reconociendo su representatividad en los organismos de representación institucional económicos, educativos y sociales, y recogiendo expresamente el compromiso de fomento cooperativo en términos constitutivos (creación de nuevas cooperativas) y cualitativos (desarrollo pleno de las cooperativas ya existentes).

Desde MONDRAGON, en palabras del presidente del Congreso, Javier Goienetxea, se hace una valoración muy positiva de la aprobación de la nueva Ley, ya que se ha hecho "logrando un amplio consenso para realizar una actualización más que necesaria, teniendo en cuenta que la norma anterior ya tenía 26 años".