Saquen de estas cifras las conclusiones que quieran. Que los sueldos son mejores en Estados Unidos, por ejemplo, aunque la gente allí tenga que descontar del salario, además de impuestos, su seguro médico privado, su fusil de asalto y otras cosas de ese tipo que en Europa no son estrictamente necesarias. También pueden calcular que en lo que va de siglo los sueldos han subido en Estados Unidos casi un 30%, mientras en España lo han hecho algo menos del 40%.

 

Solo quería aclarar estas minucias (un salario promedio siempre se queda en minucia) antes de entrar en materia. Desde el año 2000 los magnates han ido aumentado su fortuna a un ritmo asombroso. Vamos a ello. En 2000, el hombre más rico del mundo era Bill Gates, con un patrimonio de 60.000 millones de dólares. Actualizados con la inflación, eso equivale a 103.000 millones. Ahora mismo, el hombre más rico del mundo es Bernard Arnault, con un patrimonio de 208.000 millones de dólares. Supongo que reparan en que la mayor fortuna de hoy supone el doble (en dólares actualizados) de la mayor fortuna de entonces.

 

Otro detalle. A principios de siglo, uno de los yates más grandes y prestigiosos (descontando los pertenecientes a los jeques árabes) se llamaba Highlander, medía 50 metros y había sido construido en 1984 para el magnate Malcolm Forbes, que murió poco después. Ahora, uno de los mayores yates es el Flying Fox, con una eslora de 135 metros y áreas de aterrizaje para dos helicópteros. Pertenece (aunque en este momento creo que está inmovilizado por las sanciones a Rusia) a Dmitry Kamenshchik, dueño del aeropuerto de Moscú-Domodedovo, un tipo que ni siquiera entra en la lista de los 50 oligarcas rusos más ricos.

No sé qué piensan ustedes de todo esto. A mí me parece peligroso. Y ofensivo. ¿Van haciéndose una idea? Pese a la Gran Recesión de 2008, que crujió al común de los mortales, los magnates han ido aumentando sus fortunas a un ritmo asombroso. Si las cosas siguen así, hacia 2050 la persona más pudiente acumulará un tesoro de unos 400.000 millones y podrá poseer un yate de 260 metros, más o menos lo que medía el Titanic, además de un montón de aviones, por supuesto, y un gran ejército privado, si le da la gana.

No sé qué piensan ustedes de todo esto. A mí me parece peligroso. Y ofensivo.