En este escenario, la encuesta de RENAISSANCE fotografía la aceptación social de los ciudadanos europeos de la transición energética hacia las energías renovables: los nuevos modelos de negocio podrían implantarse fácilmente si se asegurara una mejor comunicación bidireccional sobre las políticas entre las instituciones y los ciudadanos. Los potenciales prosumidores (productores y consumidores de energía) exigen altos niveles de transparencia sobre los costes de los sistemas de producción de energía y garantías sobre las implicaciones para la salud y la seguridad.

Todos somos conscientes de que la forma en que se genera la energía que utilizamos tiene un fuerte impacto en el medio ambiente. Los ciudadanos están convencidos de que es principalmente responsabilidad de los responsables políticos y de los productores de energía promover la revolución energética fomentando e invirtiendo en energías renovables. La mayoría de la gente sabe que existen incentivos y medidas para la transición de los consumidores hacia las energías "verdes", pero los consideran en gran medida insuficientes. Sobre la posibilidad de instalar pequeños sistemas en sus propias propiedades o de aceptar pequeñas plantas para la producción y el consumo de energía renovable local, los beneficios para el medio ambiente y el bolsillo son clarísimos, pero los costes de mantenimiento asustan.

He aquí algunas de las cuestiones clave investigadas por la encuesta RENAISSANCE: ¿cuál es el nivel de concienciación de los ciudadanos europeos sobre la producción de energía y su impacto en el medio ambiente y la sociedad? ¿Está la gente preparada para aceptar un cambio en los modelos de producción y distribución de energía, incluso para convertirse en prosumidores (productores y consumidores de energía)? ¿Cuáles son sus principales motivaciones, qué les asusta, cómo se imaginan un futuro energético ideal? El equipo de la encuesta se puso en contacto con más de 200 personas en Europa y fuera de ella y forma parte de la estrategia de participación de las partes interesadas del proyecto RENAISSANCE de Horizonte 2020, donde participa IKERLAN. 

Con la Directiva sobre energías renovables 2018/2001 (RED II), Europa pretende que la UE siga siendo líder mundial en materia de energías renovables y contribuya a cumplir sus compromisos de reducción de emisiones en el marco del Acuerdo de París (objetivo de energías renovables del 32 % del consumo total de energía para 2030). La directiva ofrece una definición clara de las Comunidades de Energías Renovables (CER) y de las Comunidades de Energías Locales (CEL), introduce modelos de gobernanza y, por último, abre la posibilidad de compartir e intercambiar energía en un mercado energético más democrático. El objetivo de RENAISSANCE es apoyar y promover las CER, identificando las soluciones y los modelos de negocio más eficaces en función del contexto medioambiental y socioeconómico específico. Así, la encuesta investiga el conocimiento y las expectativas de los ciudadanos europeos respecto a los modelos de negocio emergentes en el mercado energético: Comunidades de Energía Local y Renovable, redes Peer-to-Peer y centrales eléctricas virtuales.

A pesar de la pandemia, la encuesta revela que el cambio climático sigue siendo el principal motivo de preocupación para los ciudadanos europeos. "Las cifras muestran que la compleja red de relaciones entre las actividades humanas y los eventos naturales a menudo no es bien entendida, necesitamos asegurar una información científica y ambiental consistente y comprensible - dijo Rebecca Hueting, investigadora de Energía Sostenible y Movilidad en Deep Blue, miembro del Consorcio RENAISSANCE - la encuesta también sugiere una falta de comunicación entre los ciudadanos, los reguladores europeos y las autoridades nacionales o regionales con respecto a las energías renovables. En mayo de 2020, solo el 45,9 % de los encuestados conocía la Directiva de 2019 "ENERGÍA LIMPIA PARA TODOS LOS EUROPEOS", que promueve la implantación de sistemas de producción de energía renovable distribuida; solo el 54 % conocía los incentivos existentes para las energías verdes, pero pocos conocían en detalle alguna de estas medidas. Se considera necesario reforzar la comunicación con los ciudadanos utilizando tanto los canales institucionales como los más informales, asegurando una estricta correspondencia con los hechos y las oportunidades reales de cambio".

La comunicación eficaz es especialmente relevante: el 80 % de la muestra admite que es probable que busque asesoramiento cuando cambie a un proveedor de energía renovable, pero no está claro cuáles son las fuentes de información fiables. La gente confía sobre todo en los amigos y los colegas, en lugar de sumergirse en una larga lectura de revistas académicas, reglamentos o boletines de organismos institucionales. La televisión, la radio y los periódicos se consideran los menos fiables.

"Creo que lo que ha surgido sobre los modelos de negocio en el nuevo mercado de la energía es también muy interesante -añadió Alessandra Tedeschi, jefa de Investigación y Desarrollo de Deep Blue- el modelo actual, es decir, los consumidores que compran a los grandes operadores de empresas energéticas, es el menos preferido. La solución ideal, sobre todo entre los más jóvenes, es en cambio el escenario de las comunidades locales de energía renovable: la energía autoproducida sirve para satisfacer las necesidades de sus miembros; el excedente se almacena, se vende a otros consumidores o se introduce en la red pública y los beneficios se reparten entre los miembros de la comunidad. Dado que las tecnologías como blockchain, DLT y los contratos inteligentes están ya maduras, pueden facilitar la adopción por parte de los usuarios finales. Además, el enfoque de RENAISSANCE sugiere una mayor participación de las comunidades locales y de las partes interesadas en los procesos de toma de decisiones. Encuestas como la presente pueden proporcionar una orientación inicial para colmar las lagunas de comunicación y participación. Los tiempos para la transición energética parecen estar ya maduros, depende de los responsables políticos y de los reguladores acelerar el ritmo".