El frío puede afectar la piel de varias maneras, y sus efectos pueden variar según la intensidad y la duración de la exposición. Como explica el dermatólogo David Ayala Alcázar, del Centro Médico Sanitas Valencia, el viento y las bajas temperaturas despojan al cutis de su humedad natural, aumenta su sequedad y provoca descamación e incluso irritaciones. “No proteger la piel correctamente acelera el envejecimiento prematuro de la tez y la aparición de condiciones dermatológicas adversas, como la rosácea o la dermatitis”, advierte el especialista.
Principales efectos del frío en la piel
- Debilitamiento de la barrera cutánea. Las bajas temperaturas pueden debilitar la barrera lipídica natural de la piel, lo que la hace más propensa a irritaciones. Esto puede llevar a la sequedad y la sensibilidad cutánea.
- Desecación y deshidratación. La exposición al frío y al viento pueden despojar a la piel de sus aceites naturales, lo que lleva a la desecación y la deshidratación. Esto puede hacer que se sienta áspera, escamosa y tirante.
- Labios agrietados. Los labios son especialmente susceptibles al frío. Su piel fina carece de las glándulas sebáceas que producen aceites protectores, lo que los hace propensos a la sequedad y a agrietarse en condiciones frías.
- Dermatitis y enrojecimiento. Cuando la exposición al frío extremo es prolongada, puede causar dermatitis, que es una inflamación de la piel. Esto puede manifestarse como enrojecimiento, picazón y descamación.
- Urticaria por frío. Algunas personas pueden experimentar urticaria por frío, una reacción alérgica a temperaturas frías que causa la aparición de ronchas rojas y picor.
Además, desatender el cuidado y la protección de la piel puede agravar problemas preexistentes, como la fragilidad de los capilares, y favorecer que agriete la tez o se formen úlceras. Una barrera cutánea desprotegida aumenta la posibilidad de sufrir infecciones, sobre todo, en la población más vulnerable, como las personas mayores.
Cuidados recomendados para la piel en invierno
➡️ Usar protector solar
La radiación ultravioleta sigue presente aunque haga frío. Por lo tanto, es aconsejable utilizar protector solar en las áreas expuestas para proteger la tez del daño causado por los rayos UV. Esto es aún más importante si estamos en zonas nevadas, ya que la nieve refleja la luz. De hecho, hacemos deportes de invierno o nos exponemos a la nieve, también es importante utilizar gafas de sol para proteger la vista.
➡️ Hidratar la piel
La hidratación cutánea intensiva es la acción más importante. El uso de cremas hidratantes ricas en ingredientes como ácido hialurónico, glicerina y ceramidas es muy interesante para mantener el cutis húmedo. Los expertos recomiendan extender las cremas inmediatamente después de la ducha para sellar la humedad.
Los labios merecen una atención especial, ya que se trata de una parte del cuerpo particularmente propensa a la sequedad. Aplicar bálsamos labiales con ingredientes nutritivos como manteca de karité o aceite de coco es muy útil para mantenerlos suaves e hidratados.
➡️ Evitar el agua muy caliente
En invierno siempre apetece darse una ducha caliente. Sin embargo, las duchas o el baño prolongado con agua muy caliente suelen eliminar la protección natural de la epidermis. Esto contribuye a que aumente su sequedad. La mejor opción es utilizar agua tibia y limitar el tiempo en la ducha.
➡️ Mantener cierta humedad en el hogar
También es recomendable instalar un humidificador en casa para contrarrestar la sequedad del aire generada por la calefacción. Los hay eléctricos, aunque también podemos usar los clásicos recipientes con agua que se cuelgan directamente en los radiadores. El objetivo es mantener un nivel adecuado de humedad en el ambiente para prevenir la piel seca y agrietada.
➡️ Cuidar la hidratación (y la dieta)
Además de una correcta hidratación, nuestra dieta es fundamental, ya que algunos alimentos ayudan a cuidar la piel desde dentro. Una dieta equilibrada rica en vitaminas y antioxidantes mejora la salud cutánea. Así, alimentos como frutas, verduras, nueces y pescado son beneficiosos para la piel. Asimismo, beber suficiente agua es primordial, puesto que el aire seco puede causar deshidratación.