Rafael Cristóbal, Consultor de Arizmendi Ikastola
Porque una cosa que se nos olvida con frecuencia es que nuestros hijos tienen hoy a su lado una biblioteca mayor que la de Alejandría, pudiendo entrar en ella en el momento que lo deseen. Y que, igualmente, guardan en su mochila herramientas de cálculo con las que resolver los más complejos problemas matemáticos. Ya no es necesario aprender la técnica de la suma, de la resta, de la multiplicación, de la división. Basta con comprender el proceso de estas operaciones y su utilidad para la vida.“Comprender también las cuatro reglas ya es algo”, me dijo un hombre de campo.
12/11/2012