La izquierda británica mira a la Experiencia MONDRAGON
Cuando en 2016 los ciudadanos británicos fueron llamados a las urnas para decidir su futuro en la Unión Europea, seis de cada diez vecinos de Preston, una pequeña localidad inglesa del tamaño de Barakaldo, votaron a favor de la salida. La sintonía de este municipio con el ideario pro-Brexit, vinculado habitualmente a la derecha más conservadora y xenófoba del Reino Unido, no ha sido un escollo para que su Ayuntamiento se convierta en ejemplo del tipo de política local que la izquierda británica quiere poner en marcha en todo el país.
En cuestión de cinco años, Preston ha pasado de ser una localidad conocida por tener el mayor índice de suicidios del Reino Unido y una tasa de paro cercana al 7%, a ser declarado el municipio urbano con más rápido y mejor desarrollo del país y a recortar el índice de desempleo al 3%. «Estamos intentando crear una economía local más democrática y con más capacidad de capear los momentos de crisis», asegura Matthew Brown, líder de la Corporación por el Partido Laborista y uno de los autores intelectuales del ya bautizado como “Modelo Preston”.
Su «democracia económica» se ha traducido en una apuesta por priorizar las empresas locales en la adjudicación de contratos públicos, en detrimento de las grandes corporaciones, y por promover la creación de cooperativas. Y en esta última parte de la ecuación su principal inspiración ha estado en el País Vasco: la Corporación Mondragon.
El primer contacto, en 2013
Los contactos entre Preston y el grupo guipuzcoano comenzaron en 2013. La casualidad quiso que Julian Manley, un británico experto en estudios sicosociales que durante años colaboró como consultor para Mondragon, comenzase a trabajar en la Universidad de Central Lancashire. Su interés por el cooperativismo made in Gipuzkoa le llevó a organizar unas jornadas a las que acudió el alcalde de Preston y el director de Difusión Cooperativa de Mondragon Corporation, Mikel Lezamiz. Y prendió la mecha. «Los planes que teníamos para dar un nuevo impulso a Preston se esfumaron a raíz la crisis», explica Brown, aludiendo a un proyecto de desarrollo del centro de la localidad basado en crear un gran área comercial con financiación privada. «Teníamos que pensar en algo que fuese más resiliente y que, al mismo tiempo, pusiese más democracia y propiedad en la economía local».
Desde entonces, el Ayuntamiento ha logrado poner de acuerdo a «instituciones ancla», como la Universidad, la Policía, los colegios y las asociaciones de vivienda, para apostar por empresas locales a la hora de contratar bienes y servicios. En ese tiempo, el porcentaje del presupuesto municipal dirigido a compañías con sede en la localidad ha aumentado del 5% al 18%. Ahora, la provisión de servicios de catering y comida municipales, en lugar de sacarse a concurso como un gran contrato de 1,6 millones de libras solo asumible para grandes empresas, ha sido dividida en pequeños paquetes, permitiendo la concurrencia de pequeños productores y empresas.
La Comisaría de Policía también ha adjudicado los servicios de impresión a firmas locales por un total de 600.000 libras y el mantenimiento de parte de los servicios informáticos de la Universidad pasará en breve a ser asumido por una cooperativa local.
«El principal problema fue cambiar la cultura de los gerentes de estas instituciones y convencerles de que estas políticas eran realizables », comenta Brown.
Pero a la hora de encontrar empresas locales surgió un problema que, al mismo tiempo, se convirtió en oportunidad. «Vimos que no había empresas que pudiesen proveer muchos de los servicios que necesitaban estas instituciones ancla. Entonces, ¿por qué no crear cooperativas para cubrir ese hueco?», recuerda Julian Manley. Para ello, el Ayuntamiento, en colaboración con la Universidad, puso en marcha la Preston Cooperative Development Network, una red de desarollo de cooperativas desde la que se ofrece apoyo técnico y asesoramiento legal a posibles interesados en constituir empresas de este estilo.
«Nuestra ambición es que la red se convierta en un paraguas similar a Mondragon, basado en la intercooperación», señala. El proyecto más avanzado es un café cooperativo, pero también están en marcha una empresa de servicios digitales con siete trabajadores y hasta una cooperativa educativa que impartirá grados universitarios y estará asociada al Cooperative College de Manchester. Estos dos últimos proyectos tendrán su sede en People’s Production Lab, un espacio que también será gestionado como cooperativa.
Banca cooperativa
Las previsiones son crear al menos diez nuevas empresas dentro de la red en los próximos doce meses. Pero el gran salto llegará con la creación de una banca cooperativa que imite la experiencia de Laboral Kutxa. El requisito es reunir 14 millones de libras para echar a andar, y al menos la mitad ya están conseguidos. «Estamos hablando con fondos de pensiones que invierten con criterios sociales y con las instituciones ancla para que nos avalen. El objetivo es estar dando apoyo financiero a nuestras cooperativas en el plazo de un año, sin depender de la banca tradicional», explica Manley.
Preston y su particular adaptación de la experiencia de Mondragon han sido bautizados en la prensa británica como el primer ejemplo práctico de las “Corbynomics”, el modelo de política económica que pretende poner en práctica el líder laborista, Jeremy Corbyn. El número dos del partido, John Mc- Donnell, afirmó en una visita a la localidad que «este tipo de radicalismo es el que necesitamos a lo largo y ancho del país».
A nivel electoral, los resultados del modelo Preston parece que están dando sus frutos. En los comicios electorales celebrados el pasado 2 de mayo, los laboristas revalidaron su mayoría en el Consistorio, subiendo de 28 a 30 concejales, de un total de 48. Y lo hicieron a pesar del castigo que, a nivel estatal, recibió el partido a raíz de su ambigua posición sobre el Brexit. Esta filosofía también parece haber echado raíces en otros rincones del país. De acuerdo con un estudio realizado por el think tank de izquierdas Centre for Local Economic Strategies, alrededor de 60 ayuntamientos británicos están poniendo en marcha, al menos parcialmente, proyectos similares al de Preston, mientras que en los últimos meses los parlamentos nacionales de Escocia y Gales han debatido sobre el papel que las administraciones, como instituciones ancla, pueden tener en el desarrollo de las comunidades locales.
Artículo publicado en Gara, 26/05/2019