Jornadas sobre paz en Colombia

Jornadas sobre paz en Colombia

Urko López, profesor de Mondragon Unibertsitatea.
Recientemente el profesor de Mondragon Unibertsitatea en la facultad de Empresariales, Urko López, ha participado en unas jornadas sobre paz celebradas en Colombia. 
21/03/2017

La cita ha tenido lugar en Bogotá, adentrándose después durante 6 días en zonas selváticas y campesinas, y Urko López ha sido uno de los primeros civiles extranjeros en acercarse a zonas donde ha habido conflicto armado tras los acuerdos de paz firmados en septiembre de 2016.

¿Con qué motivo te has acercado a las jornadas de trabajo celebradas en Colombia?

Hace tres meses se pusieron en contacto con nosotros desde el departamento de Sociología y Cambio de la Universidad de Wageningen de los Países Bajos y la facultad de Ciencias Veterinarias y Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia. Su intención era una toma de contacto de cara a la celebración de un diálogo de saberes en una zona campesina colombiana donde académicos y expertos nacionales e internacionales, líderes campesinos y personas que estuvieron inmersas en el conflicto armado compartieran sus visiones de desarrollo postconflicto.

Urko López-jornadas de paz en Colombia

Has acudido en representación de Mondragon Unibertsitatea, pero ¿con qué cometido?

Así es, he acudido en nombre de Mondragon Unibertsitatea. Una de las inquietudes que existe en estos momentos entre muchos campesinos es la opción de trabajar en asociatividad. Son plenamente conscientes de que, ante la abundancia de recursos naturales y la ausencia de conflicto armado, las grandes multinacionales pertenecientes a la agroindustria están interesadas en ir entrando en terrenos anteriormente descartados por la situación previa. Ahora, ven que estas empresas pueden ser un peligro para su propia existencia y los campesinos ven que necesitan ganar volumen para poder hacerles frente. Están interesados en las cooperativas y mi cometido ha sido explicar lo que son las cooperativas y lo que es MONDRAGON. Tras las consiguientes presentaciones quedaron muy interesados en el cooperativismo como una seria opción a tener en cuenta.

También pudiste participar como ponente. ¿Qué quisiste transmitir con tu presentación?

Quise transmitir lo importante que es trabajar de manera asociada y la importancia de la repercusión de dicho trabajo y lo que ha logrado MONDRAGON a lo largo de seis décadas. También quise transmitir que no es cosa de un día, que lleva tiempo, paciencia y compromiso, pero que merece la pena como alternativa a la empresa capitalista clásica que conocemos, donde el centro de decisión lo componen personas que ni trabajan junto a los trabajadores, ni los conocen, y están a mucha distancia gran parte de las veces.

“Están interesados en las cooperativas y mi cometido ha sido explicar lo que son las cooperativas y lo que es MONDRAGON”

Háblanos de Colombia. ¿Qué situación te has encontrado?

Quieren pasar página de la manera más adecuada posible. Los campesinos necesitan paz para poder seguir adelante con sus vidas. Han sido 52 años de guerra y, a excepción de los más ancianos, el resto de las personas no han conocido la paz. 

Del mismo modo, quieren especializarse productivamente, pero no quieren hacerlo de una manera en la que predominen los transgénicos o productos de escasa calidad como las grandes agroindustrias internacionales, ni a través de una especialización en la que se desarrollen unos productos perdiendo otros y perdiendo la diversidad con la que ahora cuenta Colombia. 

¿Tras el acuerdo de paz de septiembre, la sociedad colombiana no aprobó el acuerdo. Cuál es la situación ahora?

Es muy curioso. Todo el mundo lo daba por hecho. Todos pensaban que iba a salir el SI, y mucha gente no fue a votar, superando la abstención el 60%. Ganó el NO de una manera muy ajustada y con un alto grado de abstención, demasiado alto para lo que estaba en juego. 

Lo que he percibido es que la gente, sobre todo las personas que viven en los núcleos rurales quieren y necesitan la paz; la mayor parte del conflicto se ha desarrollado en estos lugares y hay generaciones enteras que no han conocido otra cosa. Son 52 años desde que comenzó el conflicto armado. 

La gran preocupación que tienen en estos momentos gira en torno a las siguientes elecciones presidenciales y la posibilidad de que llegue al gobierno alguien que se oponga al Acuerdo de Paz. Es una mezcla entre esperanza y cautela.

¿Algo más que añadir?

Tan sólo una cosa: el haber estado allí me ha dado una visión diferente de lo que ocurre en Colombia e invito a todo el mundo a no tener prejuicios a ese respecto. Ha sido un honor que hayan contado con nosotros para este trozo de tan importante camino.