Uno de los retos de plan estratégico 2017/2020 de MONDRAGON es impulsar de forma significativa la colaboración entre sus empresas.  El grupo se ha puesto en modo “intercooperación” y son muchas las iniciativas llevadas a cabo. Desde la puesta en marcha de proyectos empresariales conjuntos, la integración de divisiones industriales, la creación de nuevos instrumentos financieros, la reorientación conjunta de actividades de transformación social, la reactivación de foros corporativos para compartir experiencias, y el estímulo de comunidades de práctica, más operativas, que abordan de forma colaborativa diversos temas de gestión. Todos ellos ejercicios que corroboran el valor de la intercooperación en la práctica.

La propia Experiencia Cooperativa es en sí misma un ejercicio de intercooperación.

La Experiencia Cooperativa es una suma que multiplica nuestras capacidades y que conviene seguir practicando en el futuro, por solidaridad -apoyo mutuo- e incluso por interés -porque juntos nos fortalecemos individualmente-. Confiemos que seamos capaces de seguir generando dinámicas de cooperación, si cabe todavía más intensas, que contribuyan a fortalecer nuestros negocios y reforzar la convicción de que la intercooperación es un valor a potenciar, porque sólo si somos capaces de intercooperar lograremos metas colectivas más ambiciosas.

Ategi, que analizamos en este número, es otro ejemplo de colaboración en la práctica, un ejercicio de intercooperación cuya actividad permite a sus clientes generar sustanciales ahorros -del 18% en 2017- en compras, y así contribuir a mejorar sus márgenes de rentabilidad y competitividad. Este proyecto, que ya ha cumplido 18 años, integra en la actualidad a 300 empresas, superará los 180 millones de euros intermediados en 2018 y aspira a convertirse en una referencia de su sector a nivel estatal.