No se trata solo de comunicar y rendir cuentas, sino que, además, la elaboración de una Memoria de Sostenibilidad permite a la organización mejorar la toma de decisión estratégica en responsabilidad social y medioambiental.

Hace tiempo que empresas referentes de nuestro entorno comenzaron a hacer pública la información no financiera relativa a los impactos generados por su actividad. Esto es, a comunicar su contribución al desarrollo ético y sostenible, especialmente a través de la elaboración de Memorias de Sostenibilidad. No obstante, ¿podemos afirmar que es una práctica habitual y generalizada?

La experiencia nos muestra que todavía queda mucho margen de mejora. En muchos casos las organizaciones desconocen el papel de la Responsabilidad Social Corporativa; algunas la asocian a actividades de marketing y de lavado de cara; otras a un coste añadido, sin un beneficio claro.

En este contexto, parece necesario visibilizar las bondades y potencialidades de la Responsabilidad Social, y en especial, de las Memorias de Sostenibilidad como herramienta de gestión en un marco de mejora continua.

La Memoria de Sostenibilidad tiene por objeto mostrar la evolución del desempeño de una organización en cuanto a los impactos, tanto positivos como negativos, generados por su actividad, y en cuanto a cómo los gestiona, desde una triple vertiente, recogiendo tanto aspectos económicos, sociales y medioambientales.

Sin embargo, no se trata solo de comunicar y de rendir cuentas ante sus grupos de interés, sino que además, la elaboración de una Memoria de Sostenibilidad permite a la organización mejorar la toma de decisión estratégica en materia de responsabilidad social y medioambiental al poner el foco en muchos de los procesos internos de gestión.

Si bien no existe una metodología única de elaboración de memorias, podemos decir que el marco propuesto por Global Reporting Initiative (GRI) es el más aceptado en el ámbito internacional. GRI ofrece a través de sus estándares universales y temáticos un método flexible de reporte del desempeño sostenible organizaciones de todo tipo de tamaño y actividad.

La necesidad de incorporar este tipo de herramientas se ve reforzada por la recién publicada Ley 11/2018 en materia de información no financiera y diversidad, que obliga a las sociedades de cierto tamaño, a difundir su desempeño no financiero.

Apostemos, por lo tanto, por las Memorias de Sostenibilidad, como una oportunidad de mejora organizacional, en pro de un desarrollo sostenible efectivo y real.