Los retos del futuro continúan pasando por proporcionar a los consumidores productos y servicios en las mejores condiciones de calidad, información y precio, como dicen por cierto nuestros Estatutos a la hora de fijar la misión de la cooperativa.

1.Seguridad alimentaria. La base de la propuesta sigue siendo, en un negocio de distribución alimentaria, la seguridad de los productos y de las instalaciones, en lo que hemos sido muy cuidadosos. Pero además hemos de atender otras necesidades. El principal de ellos es precisamente la necesidad de poder componer de manera sencilla una dieta saludable, como parte capital de un ecosistema de hábitos para una vida mejor.

2. Alimentación equilibrada. A pesar de que la salud y el bienestar son temas de creciente interés en la sociedad, la falta de tiempo y conocimiento llevan en ocasiones a seguir pautas de alimentación poco saludables. Nuestro compromiso es promover el consumo de los grupos de alimentos fundamentales en una dieta equilibrada, y reformular constantemente los productos de nuestra marca para reducir la cantidad de sal, azúcar y grasa, que son los nutrientes más complicados de encajar en una dieta saludable. Además, estamos eliminando las grasas más perjudiciales de los productos de nuestra marca: la de palma y la de coco, poco saludables y a veces poco sostenibles.

3. Prevenir la obesidad infantil. La propuesta, empero, no termina ahí: hay necesidades específicas y miradas concretas que queremos establecer. Por ejemplo, los productos específicamente dirigidos a los más pequeños tendrán limitaciones potentes en cuanto a la aportación de azúcar o grasa. Y dedicaremos esfuerzos importantes a su formación y a la de sus familias. Nuestro “Plan Educativo en Alimentación y Hábitos Saludables” ha cerrado el curso escolar con más de 760.000 alumnos que se han formado, gracias a la adhesión de más 4.000 centros escolares o a la ejecución de más de 3.000 talleres prácticos...

4. Necesidades específicas. Hay otros públicos que tienen necesidades específicas, derivadas de su estado de salud (como alergias, intolerancias, etc.), o por las peculiaridades de las etapas de la vida, o decisiones personales. Desde Eroski proporcionamos los productos necesarios para cubrir estas necesidades, con precios adecuados. Acabamos de firmar un Convenio de colaboración con la asociación vasca de personas con enfermedad celíaca (EZE), por la que sus asociados se beneficiarán de muy importantes descuentos en la adquisición de los productos sin gluten que necesitan.

5. Consumo responsable. Las necesidades sociales no terminan en los temas de nutrición, ya que hay una aspiración legítima de llevar una vida y ejercer un consumo más compatibles con la sostenibilidad, tanto ambiental como social. De este compromiso se derivan planes de acción diversos y muy interesantes. Por ejemplo, vamos a eliminar progresivamente la presencia de más de cincuenta sustancias y elementos controvertidos de los productos de nuestras marcas, tanto en alimentación envasada como en productos frescos. Además, los aspectos de bienestar animal van a ser especialmente importantes también y la apuesta por los productos ecológicos, las fuentes de aprovisionamiento sostenible (como el pescado MSC, del que somos el único distribuidor autorizado para su venta en mostrador), los procesos más respetuosos con el medio ambiente…

Eroski Club, cuenta ya con millones de clientes adheridos, y es una estupenda plataforma para que el cliente, con descuentos y opción de formarse y mejorar su calidad de vida.

6. Más productos locales. La promoción de lo sostenible no estaría completa sin la decidida incorporación de los productos locales en la propuesta comercial. De hecho, hoy ya somos sin asomo de duda el distribuidor que más productos locales ofrece. En este sentido, tenemos un plan específico de acompañamiento con los pequeños proveedores agroalimentarios, cuya relevancia en el tejido social y económico de nuestra tierra es fundamental.

7-8-9. Precio, transparencia, formación interna. Los últimos compromisos del decálogo hablan por tanto de la forma correcta de hacer las cosas. Desde luego, reduciendo la barrera del precio, ya que el consumo responsable y saludable no tiene que ser el privilegio de unos pocos, y menos cuando lo promueve una organización democrática, como una cooperativa. Tampoco puede hacerse sin información clara, transparente, leal, y sin la escucha y la participación de los consumidores. Y desde trabajadores formados a los que les animamos activamente a llevar una vida mejor.

10. Estilo de vida saludable. La información al consumidor es fundamental y en este sentido, desarrollamos el “Plan Educativo en Alimentación y Hábitos Saludables” con los centros escolares de educación primaria. Además, el proyecto informativo Consumer Eroski, tiene una audiencia millonaria y una hoja de servicios brillante tras más de cuatro décadas de existencia.

Pero, queremos que la formación del consumidor se integre también en la propuesta puramente comercial. Un etiquetado diferente, más claro e informativo, como el que tenemos desde hace más de una década, es buena prueba de ello.