Vida sana
Autocuidado: mi reto para 2022
El estado de salud de una persona está relacionado en gran medida con los cuidados que se proporciona a sí misma. De tal forma, el autocuidado se traduce en una estrategia para prevenir y promover conductas saludables, obteniendo así autonomía y mayor control sobre sí mismo. Éste será el propósito, también para este nuevo 2022.
Las prácticas en favor del autocuidado, tanto físico como emocional, repercuten de manera positiva en nuestro entorno e interacción con los demás. Las personas con buena salud emocional sienten que la vida tiene un gran significado y propósito, son capaces de hacer frente a las adversidades y lidiar con el estrés, gozan de equilibrio entre el trabajo, el descanso y el ocio, confían en sí mismas y tienen una autoestima alta.
10 consejos a tener en cuenta:
- Acuérdate de la alimentación saludable. Consiste en ingerir una variedad de alimentos que te brinden los nutrientes que necesitas para mantenerte sana, sentirte bien y tener energía. Estos nutrientes incluyen las proteínas, los carbohidratos, las grasas, el agua, las vitaminas y los minerales.
- Rechaza los hábitos tóxicos: como el consumo de alcohol, tabaco, drogas.
- Respeta las horas de sueño/descanso: respetar calidad y cantidad de horas necesarias para el organismo. Regula las horas de descanso según tu horario, teniendo en cuenta que lo más adecuado es la rutina.
- Haz deporte. El bienestar general está compuesto de tres grandes áreas: la salud física, mental y social. Estas áreas vitales se relacionan entre sí, por lo que gozar de una buena salud física tiene un impacto positivo en nuestro bienestar mental. Es decir, hacer deporte no solamente nos ayuda a gozar de una mayor salud cardiovascular y un buen cuerpo, sino que permite liberar endorfinas, serotonina, noradrenalina y otros neurotransmisores nos provocan sensaciones placenteras y mejoran nuestro estado de ánimo.
- Aficiones con las que disfrutes. Saber qué nos gusta hacer y qué nos hace estar bien, es el primer paso para gozar de una vida plena. Piensa: ¿te gusta pintar, tocar la guitarra, bailar…? Sea lo que sea que te hace feliz, incluye estas actividades en tu rutina semanal para gozar de una mayor salud emocional.
- Apuesta por las relaciones positivas. Son varios los estudios que afirman que las relaciones interpersonales positivas influyen positivamente en nuestra salud emocional.
- Positivismo en el día a día. Lo ideal es entrenar nuestra mente para ver los aspectos positivos del día a día. Aquello de ver el vaso medio lleno, aunque objetivamente la situación no sea nada halagüeña. Los cambios de actitud no suceden inmediatamente, sino a base de entrenar el cerebro y dedicar mucho esfuerzo creando patrones de pensamiento positivo. No se trata de alejar miedos y emociones negativas, sino conectarlas con el lado bueno de las cosas. En definitiva, alcanzar ese equilibrio y acabar reflexionando que lo bueno siempre acaba pesando más.
- Apóyate en tus redes de apoyo: familiares, amigos/as, compañeros de trabajo… que puedan darte soporte emocional, económico y social.
- Más naturaleza. Si no tienes el campo cerca, busca los parques de tu ciudad y planea pasar allí un par de veces a la semana como mínimo. Aléjate un momento de los pensamientos múltiples que tienes, levántate, cambia de lugar y sal al exterior o acércate a una ventana. Observa las nubes, siente la humedad y la temperatura, recibe los rayos del sol en la piel o las gotas de la lluvia, percibe los olores, escucha los sonidos que te llegan y quédate con todas las sensaciones agradables del momento.
- Elige tus rituales positivos. Quizá te relaje un ritual de belleza: depilarte, maquillarte o simplemente darte un baño de sales relajantes. O quizá prefieras tomarte un té en tu rincón favorito. O quizá solo necesites apagar el móvil y el ordenador para relajarte y desconectar. Tú eliges cómo cambiar el contexto y aportar a la mente un descanso y una distancia sobre los problemas del día a día.