Atraer y no traer

Atraer y no traer

Xabi Igoa. Director del área de conocimiento de Comunicación de Mondragon Unibertsitatea
27 de mayo, hacia las 08:30 de la mañana. El lunes todavía huele a café. Iñaki Guridi, en una entrevista de la radio, le ha preguntado por los retos del futuro a Iñigo Ucín. En medio, le ha preguntado por la necesidad de personal, y éste ha señalado como ejemplo cómo ya, a través de la formación dual, entre otras cosas, estamos atrayendo talento desde México “para quedarse con un buen proyecto de vida y trabajo”.
18/06/2024

El uso lingüístico es importante, como lo son los matices. Ucín dijo atraer correctamente, no traer. Y he aquí cómo ese reto de futuro revela en nosotros otro reto: debemos ser atractivos. A lo mejor, empezando por la pregunta del periodista a una sospecha de que estamos dando el peso que no tiene. ¿Quién hace hoy preguntas a quién en una entrevista de trabajo? ¿Quién tiene capacidad de decisión? La tesitura de la leyenda de El Dorado se nos muestra al revés. Nosotros no somos Hernán Cortés que lleva una armadura pesada (y no queremos serlo) y a nosotros nos toca brillar para ser atractivos. ¿Y cómo ser atractiva? Sigamos tirando del ejemplo de la ciudad para la leyenda.

El Dorado se convirtió muy popular entre exploradores españoles, ingleses e incluso vascos entre los siglos XVI y XIX. En tiempos en los que no había IPC, o no se le llamaba así, y se sabe que incluso sin auditoría de imagen la marca adquirió conciencia o notoriedad. ¿Y nosotros? ¿Nos conocen? ¿O nos esconderemos constantemente en el mantra de "los vascos somos malos vendedores, y qué decir de los guipuzcoanos"? Me parece que tenemos que trabajar para dar a conocer marcas empleadoras desconocidas y aumentar el sentimiento de pertenencia utilizando el carácter cooperativo como palanca.

“Me parece que tenemos que trabajar para dar a conocer marcas empleadoras desconocidas y aumentar el sentimiento de pertenencia utilizando el carácter cooperativo como palanca”

Volvamos al ejemplo de la ciudad oculta que dicen que había en las Guayanas. No es difícil saber por qué tenía importancia aquel descubrimiento para los exploradores: se dice que intentaban buscar una ciudad llena de oro. Nosotros somos algo más complejos. Eso que encarnamos como cooperativa, tirando del ejemplo de Zigor Ezpeleta, ¿puede ser un diferencial? Quizá en nosotros radique la propuesta de valor. Tenemos una historia que puede ser un cuento. Los hechos que pueden convertirse en relatos (storytelling) ofrecen a nuestra proposición una base sólida, un sentido a nuestro trabajo, una forma de hacer haciendo distintivo. Por el contrario, la estructura compleja que encarnamos (sistema nervioso, mente, alma, oxígeno, célula…) puede ser difícil de entender y llevar a alejar el grupo objetivo. En consecuencia, hay que hacer una labor pedagógica y una comunicación más educativa.

He ido a buscar el segundo café del día. Leo en el envase: café importado de Colombia. Todos tenemos nuestras contradicciones.