Arizmendi ikastola: hacia una digitalización ética y responsable en el grupo
Tenemos claro hacia donde vamos. Poniendo a las personas en el centro, uno de nuestros objetivos es empoderar en el mundo digital a los individuos que conformarán nuestra comunidad y la sociedad del futuro. Esto nos ha llevado a realizar una profunda autocrítica sobre el recorrido realizado, por lo que en la actualidad estamos tratando de conformar un “marco tecnopedagógico” con el fin de determinar criterios y tareas que sean coherentes con nuestra actuación, objetivos y carácter en relación con las tecnologías. Somos conscientes de nuestras limitaciones, y teniendo en cuenta el dinamismo de este ámbito, tenemos claro que este marco también tendremos que revisarlo continuamente.
Sabemos que también a nosotros nos corresponde el trabajo de las competencias establecidas por los currículos y definidas en el marco DIGICOMP a nivel europeo. Pero nuestra ambición va más allá: más allá del instrumentalismo, queremos empoderar a nuestra comunidad.
“Tanto en Euskal Herria como en el resto del mundo hay numerosas experiencias y modelos de éxito que han apostado por una digitalización más ética y responsable”
En este camino, frente a un modelo tecnológico basado en la extracción y explotación desproporcionada de datos, principalmente en las herramientas creadas y controladas en Estados Unidos, trataremos de profundizar en la cultura y conciencia de los datos y la información.
Trataremos de reducir en la medida de lo posible las diferentes brechas existentes e impulsaremos nuestra lengua y cultura promoviendo contenidos, herramientas y recursos en euskera en el ámbito digital. Asimismo, se reivindica la condición de grupo frente al individualismo. Trataremos de medir y reducir el impacto del uso de estas herramientas en la naturaleza y haremos un esfuerzo especial para garantizar los derechos digitales y preservar la salud de nuestra comunidad. Trataremos de apoyarnos en la experiencia y las evidencias científicas y nuestra intención es dar pasos hacia la soberanía digital. Creemos que para esto es imprescindible disponer de recursos libres que deberían existir en beneficio de la educación.
Preguntas
¿Qué herramientas son adecuadas para nuestra misión? ¿De cuánto y cómo debería ser el uso de pantallas y otros dispositivos tecnológicos para que sea significativo para la práctica pedagógica y el proceso de enseñanza-aprendizaje? ¿Cómo ajustar esto a las diferentes franjas de edad? ¿Cómo reforzar el carácter de grupo, cooperación, criticidad, capacidad de autoformación, etc., con la ayuda de estas herramientas?
¿Cómo aprovechar de forma eficaz las diferentes herramientas garantizando la salud de nuestra comunidad?
Tanto en Euskal Herria como en el resto del mundo existen numerosas experiencias y modelos de éxito que han apostado por una digitalización más ética y responsable. Asimismo, cada vez hay más expertos e investigaciones sobre el uso de las tecnologías en las aulas o sobre el impacto de las tecnologías en nuestra salud. Los modelos más democráticos en el mundo de las tecnologías tienen cada vez más fuerza, como el llamado fediverso. Tenemos un largo camino por delante, pero afortunadamente no estamos solos.