Daniel Castander

Entrevistamos a Daniel Castander, director general de Domusa.

¿Cómo podemos resumir vuestra actividad de este tan atípico año 2020?

La verdad es que el año empezó con unas previsiones muy buenas, recogidas en el Plan de Gestión, pero a raíz de la crisis generada por la pandemia, hemos sufrido un parón absoluto en el sector, puesto que no ha habido ni instalaciones ni reparaciones.  

A partir de junio se ha ido recuperando poco a poco la actividad y se han abierto mercados exteriores, con lo que hemos tenido ocasión de lograr buenos resultados e incluso recuperar lo perdido durante abril y mayo.

Durante el mes de septiembre hemos seguido la tendencia de recuperación y, a la vista de las previsiones, parece que terminaremos el año bastante bien, aunque será difícil recuperar todo lo perdido durante estos dos meses. También hay que tener en cuenta que los costes comerciales apenas han existido porque se han paralizado las ferias y todas las presentaciones previstas, por lo que todo ello contribuirá a que tengamos una buena cuenta de resultados.

Nuestro propósito es llegar a ser referentes en el sector dentro de lo que es el equipamiento de la casa unifamiliar, llegando incluso a poder liderar algunos de los segmentos del mismo.

En este momento, entramos en la campaña de calefacción con una fuerte demanda para los próximos meses, y ya estamos contratando gente nueva. Además, puesto que a raíz de la crisis solicitamos el calendario móvil a LagunAro, ahora estamos recuperando horas y trabajando incluso sábados, para hacer frente a la demanda.

 ¿Cuáles son los productos que Domusa ofrece actualmente?

En nuestro sector, se viene hablando con fuerza en los últimos años de la transición energética, y nosotros hemos ido preparándonos para ello. Por ejemplo, hace tiempo que ofrecemos soluciones que trabajan con  fuentes de energía renovable, como son la biomasa o la energía solar, tan diferentes al mundo del gasóleo o del gas. Y hace año y medio hemos entrado también en el mundo de la aerotermia, a través de las bombas de calor aire-agua, porque creemos que será una línea muy importante de negocio, de cara al futuro. Se trata de un mercado dominado por las grandes multinacionales, pero donde Domusa aporta soluciones especiales, diferentes e innovadoras.

Además, ahora hemos lanzado las primeras calderas conectadas que suponen un primer paso para lo que serán “las calderas inteligentes”. Primeramente, conseguimos la conexión para que el usuario pueda manejar información a distancia. Pero, además a nosotros nos facilita información para una mejora en los servicios de post-venta puesto que contarán con un diagnóstico a distancia. En definitiva, todo ello hará que el funcionamiento y la reparación sea mucho más eficaz y eficiente, con menos costo, y sabremos cuál es el uso real de esa caldera.

 ¿Cómo es una caldera inteligente?

A medida que contamos con la información precisa, a través de algoritmos y de computación, podemos conseguir que las calderas empiecen a pensar por sí mismas. Es decir, en base a una serie de parámetros de funcionamiento podemos saber cuándo y en qué momento se puede optimizar el funcionamiento de esa caldera, prever que pueda suceder algún error de funcionamiento, sugerir recomendaciones de uso… y muchos otros usos potenciales. Se trata de uno de los grandes avances de cara a próximos años.

¿Cuál es el mercado actual de Domusa?

Actualmente vendemos en 32 países, concentrados en el sur de Europa y España es el país principal. Además, tenemos una filial comercial en Francia con ocho personas, y delegaciones en Portugal y en Italia.

Por su parte, vendemos también en el resto de Europa, Sudamérica, en el medio oeste, norte de África y tenemos algunos clientes en Oceanía, Australia y Nueva Zelanda.

Cada país demanda un producto u otro, puesto que tenemos una gama de producto muy amplia, para abarcar así más mercado. Contamos con calderas, sistemas solares, acumuladores, biomasa, aerotermia…

En cuanto a número de personas, facturación… ¿cuál es la foto actual de Domusa?

Somos un colectivo de cerca de 200 personas. La previsión de este año es alcanzar los 31 millones de facturación. La realidad es que ya el año 2010 conseguimos llegar a esa facturación, pero la segunda fase de la crisis hizo caer con mucha fuerza la demanda en nuestro sector. Hasta 2014 se produjo un desplome y desde entonces la curva ha ido subiendo hasta llegar a esa cifra en el plazo de hace diez años. Pero, lo importante es que hemos conseguido salvar estos años sin perder dinero y los últimos tres años hemos recuperado tasas de rentabilidad interesantes, de hasta el 7% sobre/ventas.

Cabe señalar que estos últimos años hemos realizado una importante inversión en la renovación y modernización de los equipos fabriles, lo que nos permite tener una gran flexibilidad productiva, que a su vez redunda en unos plazos de entrega al cliente muy reducidos. Además, hemos adecuado una parte de las instalaciones para preparar un show-room de 350 metros cuadrados, donde los clientes que nos visitan pueden apreciar físicamente la amplia gama de productos que comercializamos. 

Y si hablamos de futuro, ¿cuáles son los datos?

Estamos en el proceso de elaboración del próximo plan de gestión 2020-2024. Tenemos desarrollada la parte cualitativa pero no tanto la parte cuantitativa, porque estamos esperando a ver cómo terminaremos este 2020.

En cuanto a objetivo esperamos ser más fuertes en el negocio de la biomasa, llegando a trabajar la media potencia, puesto que en breve lanzaremos la caldera de 150kw y queremos lanzar otra de 300kw. Asimismo, queremos mejorar la gama de producto actual, aportando más prestaciones, reduciendo precios de venta y logrando un producto más atractivo al usuario final. Hablamos de una nueva generación de calderas biomasa que verá la luz en breve, que incorporará importantes innovaciones,  y que entendemos va a ser revolucionaria en sector

En el tema de la aerotermia, queremos hacernos un hueco fundamentalmente en el campo de la renovación, con elementos que faciliten el cambio de producto de manera muy sencilla para el instalador y de forma más económica que lo que permite nuestra competencia de cara al usuario final.