“Sabemos que nuestras reflexiones en MONDRAGON no van a saco roto”

El objetivo número cinco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas. ‘La igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino que es uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible’ reza la primera frase del relato que da sentido al objetivo. MONDRAGON trata de aplicar políticas para desarrollar dicho objetivo en los próximos meses y años. Y cuenta para ello con la colaboración y asesoramiento de la consultora Igualando.

Trabajamos con un grupo piloto que prueba las diferentes herramientas que hemos creado. La idea es que las cooperativas dispongan de una metodología que les permita trabajar su diagnóstico con calidad y rigor

En MONDRAGON se ha creado una comunidad de práctica de igualdad ¿Cuáles son las tareas de dicha comunidad?

Esta comunidad nace en 2021 como un grupo generador de conocimiento en el ámbito de la igualdad, que permite compartir buenas prácticas que en distintas cooperativas se están llevando a cabo. En el año 2022 la comunidad se ha centrado en el objetivo de diseñar una guía de diagnóstico para poder diagnosticar la igualdad de mujeres y hombres en las organizaciones de la Corporación, en sus diversos ámbitos, dando cumplimiento a la norma, pero teniendo en cuenta las peculiaridades de las cooperativas. Trabajamos con un grupo piloto que prueba las diferentes herramientas que hemos creado. La idea es que las cooperativas dispongan de una metodología que les permita trabajar su diagnóstico con calidad y rigor. 

Desde igualando asesoráis a muchas organizaciones en la gestión de personas desde la perspectiva de género, ¿qué quiere decir?

La sociedad necesita un cambio profundo, las organizaciones laborales son micro-sociedades por tanto no están al margen de lo que ocurre. Incorporar la perspectiva de género en la gestión de personas es tener en consideración las diferencias entre mujeres y hombres en un ámbito o una actividad para el análisis, la planificación, el diseño y la ejecución de políticas, teniendo en cuenta la manera en que las diversas actuaciones, situaciones y necesidades afectan las mujeres. Reflexionar sobre si nuestras políticas afectan igual a mujeres y hombres, si garantizan la igualdad de oportunidades teniendo en cuenta que la realidad social de unos y otras es muy diferente. Supone repensar desde un proceso de selección a promoción, a las políticas retributivas. 

¿Existen sesgos inconscientes? ¿Es decir, cuando las formas de hacer tienen efecto en la desigualdad de hombres y mujeres sin que nos demos cuenta?

Sí claro, y lo más difícil es que son inconscientes, por eso es importante cuestionarse. La sociedad se estructura con un marco masculino, el trabajo retribuido no está al margen. Que las cooperativas tienen estructuras sesgadas tampoco será un gran descubrimiento para nadie: seguro que las personas que se acogen a una reducción de jornada son mayoritariamente mujeres, es posible que haya mayor concentración masculina en puestos de responsabilidad, o que haya una mayor proporción de mujeres en puestos de soporte (administrativas, por ejemplo). Quizá el reto no es saber si tenemos o no sesgos, aceptemos que ocurre e invirtamos en saber qué hacemos con ello.

Ciertamente, lo que hay que trabajar es porque mujeres y hombres tengan las mismas oportunidades en el mercado laboral, pero mientras se consiguen los cambios estructurales que lo permitan, las acciones positivas son un acelerador

¿Crees que hay que priorizar la contratación de mujeres?

Es una medida que genera mucha controversia, lo sé. Cuando se habla de este tipo de medidas es importante señalar que se trata de incorporar en sexo subrepresentado en igualdad de condiciones/perfil. Ciertamente, lo que hay que trabajar es porque mujeres y hombres tengan las mismas oportunidades en el mercado laboral, pero mientras se consiguen los cambios estructurales que lo permitan, las acciones positivas son un acelerador. Cierto, que no es una medida perfecta, pero es necesaria.

¿Por lo tanto, cómo deben actuar las cooperativas?

Cada organización, cada cooperativa, debe tomar sus propias decisiones. Empecemos por cuestionar, con curiosidad, cuestionemos y a partir de ahí construyamos algo mejor.

 ¿Crees que las empresas que gestionan la diversidad de forma proactiva tienen equipos que superan a los homogéneos, están más comprometidos, tienen una mayor inteligencia colectiva y son mejores para tomar decisiones y resolver problemas?

El MIT descubrió hace unos años la existencia de la Inteligencia colectiva, por supuesto, los equipos diversos son más eficientes, más rentables y con menor riesgo financiero, pero la cuenta de explotación no es lo único importante. Cuando hablamos de igualdad hablamos de personas, hablamos de desarrollo sostenible, hablamos de crear sociedades justas en las que todas las personas, hombres y mujeres, tienen las mismas oportunidades.

Cierto que la transformación no se hace de un día para otro. MONDRAGON ya sabe de eso, es enorme, diverso, y cada cooperativa deberá diseñar su estrategia: en el sector industrial quizá necesiten algo más de tiempo y deberán desarrollar iniciativas para incorporar mujeres a puestos muy masculinizados

Cierto que la transformación no se hace de un día para otro. MONDRAGON ya sabe de eso, es enorme, diverso, y cada cooperativa deberá diseñar su estrategia: en el sector industrial quizá necesiten algo más de tiempo y deberán desarrollar iniciativas para incorporar mujeres a puestos muy masculinizados. En el ámbito de la Universidad, deberán incorporar otros aspectos como la perspectiva de género en la docencia o la investigación, y así podríamos entrar en cada uno de los sectores de actividad. Desde Igualando llevamos trabajando un par de años con MONDRAGON. Existe algo diferente en esta organización. Van a hacer algo grande, solo hace falta un poquito más de tiempo, poco.