“Hay que retomar el propósito de hacer a las personas cada vez más cooperativas”

¿Es posible, en la realidad actual de nuestras cooperativas, crear las condiciones para la difusión de una cultura de la responsabilidad entre las personas socias? Para responder a esta pregunta se ha estado realizando un estudio en los últimos tres años en el Centro de Investigación del Cooperativismo LANKI. Y han recopilado en el cuaderno LANKI los pormenores del estudio.

La responsabilidad de las personas socias suele ser una de las principales preocupaciones de las cooperativas y en este estudio se ha abordado desde diferentes perspectivas. También se han identificado y caracterizado los procesos institucionales que deben tenerse en cuenta para fomentar la cultura de la responsabilidad de las personas.

¿Cuál ha sido el punto de partida del análisis?

El cooperativismo, por sus características, es un modelo exigente en cuanto al compromiso y responsabilidad de los socios. Nuestro punto de partida para abordar el tema es que las cooperativas del grupo MONDRAGON comparten un alto estándar si atendemos al compromiso y responsabilidad de las personas. Hay muchos ejemplos que ponen de manifiesto este comportamiento.

Ahora bien, si abordamos la cuestión de la coherencia exigible a un socio también nos podemos encontrar con disfunciones. Esto confirma la necesidad de analizar y trabajar esta dimensión fundamental de la cultura cooperativa. Además, no hay que olvidar que la creación de contextos para que las personas profundicen en su responsabilidad es, en sí misma, un objetivo básico de las cooperativas. Por un lado, se observan algunos elementos de disfunción, pero por otro se ve la necesidad de retomar con fuerza ese propósito eterno de hacer la persona cada vez más cooperativa.

“Hemos querido poner en contacto la responsabilidad de las personas para sacar adelante el proyecto cooperativo y los contextos y condiciones que deben crear las cooperativas para profundizar en esa cultura de responsabilidad entre las personas”

Habéis abordado el tema desde diferentes líneas de trabajo.

Hemos querido poner en contacto la responsabilidad de las personas para sacar adelante el proyecto cooperativo y los contextos y condiciones que deben crear las cooperativas para profundizar en esa cultura de responsabilidad entre las personas. Hemos tratado de profundizar sobre el tema relacionando ambos elementos. Así, hemos tenido tres grandes líneas de trabajo: analizar las bases de la dimensión de la responsabilidad en el paradigma cooperativo; identificar y caracterizar las pautas para un comportamiento responsable del Socio; identificar y caracterizar las condiciones institucionales que fomentan la cultura de la responsabilidad entre las personas de la cooperativa.

Respecto a la primera línea, intuíamos que en el relato actual la responsabilidad se plantea casi exclusivamente desde una lógica de deberes, pero sabíamos que había otras bases para situar la responsabilidad en el paradigma cooperativo. En un seminario con cooperativistas veteranos fuimos conscientes de que al proyecto cooperativo hay que añadir una dimensión más trascendental, la dimensión de solidaridad de la comunidad, de lo contrario queda un cooperativismo pobre. Fue un descubrimiento interesante.

En la segunda línea de trabajo hemos desglosado la responsabilidad en cuatro elementos clave en la agenda de las cooperativas: la responsabilidad con la rentabilidad de la empresa, el reto de la financiación de la cooperativa, el desarrollo técnico-tecnológico de la cooperativa y una buena gobernanza. ¿Cuáles pueden ser los comportamientos concretos de las personas socias hacia este reto desde la lógica de la responsabilidad? Los hemos identificado y caracterizado.

En la tercera línea de trabajo hemos puesto el foco en las cooperativas: ¿Qué debe poner la cooperativa para reforzar la cultura de corresponsabilidad? Así, hemos identificado y caracterizado los procesos institucionales, divididos en siete palancas.

¿Habéis utilizado las visiones y opiniones de cooperativistas para desarrollar el proyecto?

La colaboración y la cooperación han sido la base para el desarrollo del proyecto. Hemos realizado entrevistas y sesiones con personas de cooperativas de MONDRAGON. Realizamos una sesión con jubilados que fueron cooperativistas y jornadas con Arizmendiarrietaren Lagunak Elkartea. Hemos recogido las opiniones y aportaciones de cerca de 50 personas con experiencia práctica para completar este trabajo.

Una vez completado el cuaderno, este curso estamos recogiendo las conclusiones de los resultados de la investigación desde la mirada de una persona socia de base. Con ello iremos completando el cuaderno.

¿Qué difusión vais a dar al cuaderno?

Lo difundiremos en las cooperativas. De hecho, lo hemos creado para que sea útil en las cooperativas. Es un tema complejo y hay que abordarlo desde diferentes aspectos. Con este trabajo queremos hacer ver que hay forma de hacer un camino y ayudar a las cooperativas a hacer algo en torno a este tema, que es un tema que está muy presente.

Procesos institucionales a tener en cuenta para fomentar la cultura de la responsabilidad de las personas socias

• Gobernanza cooperativa generadora de confianza. ¿En qué condiciones promueve la gobernanza cooperativa la cultura de responsabilidad de los socios?
• Información y Comunicación. ¿Existe un modelo de comunicación que alimenta la responsabilidad en comparación con otro que no lo hace? ¿Cuáles son las principales características de uno y otro?
• Participar en la elaboración del proyecto compartido. ¿Hay forma de profundizar en la participación de los socios en la elaboración del proyecto compartido?
• Educación cooperativa. ¿En qué condiciones y cómo contribuye la educación cooperativa a extender y profundizar la cultura de la responsabilidad entre los socios?
• Organización del trabajo. ¿Existen modelos de organización del trabajo que alimenten la responsabilidad de los socios?
• Liderazgo cooperativo. ¿Hay un estilo de liderazgo que fomenta la responsabilidad de las personas en comparación con otro que no lo hace?
• Políticas activas de compromiso social. ¿Dar un salto cualitativo en esta dimensión podría reforzar el sentimiento de pertenencia y la cultura de la responsabilidad de los socios?