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“Es responsabilidad de las organizaciones identificar y mejorar los factores que influyen en la salud mental de las personas trabajadoras”

En el entorno cooperativo donde las personas son el centro del proyecto empresarial, Osarten (parte de MONDRAGON Health) emerge como mucho más que un servicio de prevención de riesgos: es una apuesta compartida por el bienestar, la salud y la seguridad como pilares del progreso. En el marco del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, esta entrevista a su Consejo de Dirección abre una ventana a una visión valiente y profundamente humana de la prevención laboral, donde los datos no eclipsan la empatía, y donde la intercooperación se convierte en herramienta transformadora.
Hablamos con quienes están liderando esta revolución desde dentro, enfrentando los retos de hoy: desde la evolución de la siniestralidad hasta el impacto de la salud mental, pasando por el rol clave de las personas trabajadoras y el desafío de atraer talento. A través de su testimonio, descubrimos que avanzar en salud y seguridad no es solo cuestión de cumplir normativas, sino de construir culturas organizativas más conscientes, resilientes y justas. En definitiva, una invitación a repensar el trabajo como un espacio donde cuidar y cuidarse sea el verdadero motor del cambio.
¿Cómo valoran la evolución de la prevención de riesgos laborales en los últimos años? ¿Estamos mejor preparados hoy que hace una década?
Hemos avanzado en seguridad y salud laboral, reduciendo los daños a la salud de las personas trabajadoras. Los indicadores de siniestralidad han mejorado de forma similar a los del conjunto de Euskadi. De hecho, si nos fijamos en el sector industrial —donde trabaja el 75 % del personal de nuestro grupo de empresas—, la tasa de accidentes con baja es la mitad que la media en Euskadi: 35 frente a 66 por cada 1.000 personas trabajadoras. Ahora bien, si nos preguntamos si esto es suficiente o si podemos estar satisfechos, la respuesta es no, especialmente cuando algunos de estos accidentes han sido graves y con consecuencias irreversibles. Queda aún mucho que hacer, sin restar valor a lo que se ha avanzado en los últimos 20-25 años.
¿Qué retos principales están enfrentando actualmente las organizaciones en materia de seguridad y salud laboral?
La competitividad de las organizaciones se está viendo lastrada por los daños a la salud que se producen. Promover una cultura positiva de seguridad, salud y bienestar en la organización permite avanzar en competitividad, evitando los desafortunados “atajos” que priorizan decisiones a corto plazo, como “sacar la producción a toda costa” o “cueste lo que cueste”. Hoy en día, las personas valoran cada vez más la calidad del empleo. La gestión de entornos de trabajo seguros y saludables que generen bienestar se ha convertido en un factor clave para reducir el absentismo y fidelizar el talento, algo, sin duda, muy preciado para las organizaciones. Desarrollar una cultura de seguridad, salud y bienestar es, en nuestra opinión, el principal reto al que se enfrentan. También supone un desafío adicional la adaptación del puesto a las distintas capacidades -o incapacidades- de las personas trabajadoras, así como la gestión del retorno tras bajas prolongadas, lo que implica introducir cambios en las organizaciones y en las prácticas de gestión de personal.
"Uno de los errores más comunes es atribuir que la gestión y la resolución de todas las dificultades relacionadas con la seguridad y la salud son competencia exclusiva del servicio de prevención"
¿Cuáles son los errores más comunes que siguen cometiendo las empresas al abordar la prevención de riesgos laborales?
Uno de los errores más comunes es atribuir que la gestión y la resolución de todas las dificultades relacionadas con la seguridad y la salud son competencia exclusiva del servicio de prevención. Cuando escuchamos frases como “la prevención es cosa de los y las técnicos de prevención” o “salud laboral está para curar”, deberíamos ser conscientes de que esta creencia es muy limitante con respecto a lo que la organización debería de asumir. Cada persona, desde su rol y responsabilidad, de forma integrada, y con la participación de las personas trabajadoras, deben hacer suya la seguridad y salud en su gestión.
Precisamente, las personas trabajadoras tienen un papel fundamental. ¿Qué importancia tiene su implicación en la seguridad y salud laboral?
Las personas son las que mejor conocen sus puestos de trabajo y, por tanto, son las que más pueden aportar a la hora de reducir o controlar las situaciones de riesgos. Fomentar canales de escucha y participación es muy importante si se quiere mejorar. Con estas herramientas generamos, además, confianza y damos valor a la seguridad y salud. Así, puede que las personas tengan más comportamientos de autocuidado y mayor responsabilidad a la hora de aplicar las medidas preventivas en sus puestos de trabajo.
En los últimos años se ha visibilizado más la salud mental como parte esencial del bienestar laboral. ¿Cómo está abordando Osarten este desafío creciente?
En Osarten hemos trabajado intensamente en la concienciación y transmisión de conocimiento sobre salud mental, elaborando guías y procedimientos para el personal técnico y médico, difundiendo contenidos generales y organizando talleres y jornadas específicas en psicosociología laboral. Además, hemos desarrollado una herramienta propia para la evaluación de riesgos psicosociales, adaptada a nuestro entorno cooperativo, que ya nos permite monitorizar estos factores en cerca de 50 organizaciones y unas 11.500 personas. También hemos reforzado el diseño de medidas preventivas tras las evaluaciones, resolviendo así una de las principales resistencias: la incertidumbre sobre qué hacer después. Ahora las empresas conocen todo el proceso, desde el diagnóstico hasta el Plan de Acción, lo que reduce la ansiedad. En este proceso, se abordan medidas de prevención primaria, secundaria y terciaria, incluyendo servicios de apoyo psicológico para personas con dificultades, cada vez más demandados.
"Desde el ámbito laboral, la responsabilidad de las organizaciones es identificar, analizar y mejorar aquellos factores que, como organización, influyen sobre una buena salud mental. Debemos tratar los riesgos psicosociales y su prevención con el mismo rigor que cualquier otro riesgo laboral"
¿Creen que las empresas están suficientemente concienciadas sobre la importancia de cuidar la salud mental de sus equipos? ¿Qué falta por hacer?
Estamos percibiendo una creciente preocupación en las empresas sobre este tema, ya que la salud mental es actualmente una de las principales causas de absentismo. La salud mental de cada persona está influenciada tanto por factores laborales como no laborales, pero, desde el ámbito laboral, la responsabilidad de las organizaciones es identificar, analizar y mejorar aquellos factores que, como organización, influyen sobre una buena salud mental.
Debemos tratar los riesgos psicosociales y su prevención con el mismo rigor que cualquier otro riesgo laboral. Por eso, el primer paso es realizar la evaluación de riesgos psicosociales. Además de ofrecer conocimiento y herramientas en esta materia, nuestra gran responsabilidad es analizar cómo nuestra organización impacta en la salud mental de las personas trabajadoras.
Otro gran desafío en todos los sectores es el talento. ¿Hasta qué punto puede una estrategia sólida en salud y seguridad laboral ser una ventaja competitiva para atraer y retener talento?
Así es, también lo estamos viendo en nuestro sector, donde cada vez es más difícil atraer talento técnico o sanitario para asesorar a las organizaciones. Trabajar en prevención y salud laboral cada vez resulta menos “atractivo”, especialmente en ámbitos como la Medicina, donde la salud laboral es “la gran ausente”. La estrategia de promoción de la salud en las organizaciones siempre será una apuesta acertada. Complementa otros elementos de la propuesta de valor de cada empresa, alineándose con su proyecto empresarial y propósito, y facilita tanto la atracción como la fidelización del talento. Aunque no creemos que llegue a ser un factor determinante, sí consideramos que es coherente con la evolución de la sociedad y que terminará convirtiéndose en un requisito básico, un aspecto “higiénico” o de mínimos.
En un entorno cada vez más tecnológico y automatizado, ¿qué tendencias están marcando el futuro de la prevención de riesgos laborales?
A pesar de vivir en un mundo cada vez más tecnológico, desgraciadamente seguimos lamentando accidentes laborales por caídas a distinto nivel, aplastamiento de máquinas, atropellos, vuelcos de tractores, caída de árboles, etc. Para mitigar estos riesgos, tecnologías como el reconocimiento de imágenes, realidad virtual o aumentada, gamificación para formación, y la analítica avanzada de datos, junto con la monitorización continua de factores de riesgo físicos, químicos, ergonómicos y de seguridad, pueden facilitar la responsabilidad “in vigilando” que todas las personas con “mando” tienen respecto a sus equipos.
Además, afinar cada vez más la prevención de daños a la salud, considerando aspectos como la perspectiva de género y diversidad cultural y generacional, es la clave para avanzar hacia una “PRL de precisión”. Los retos sociales, como el cambio climático, también están modificando las normativas y los comportamientos, ya que están trayendo consigo nuevas enfermedades, especialmente infecciosas, que afectan principalmente al sector primario y de servicios.