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“Un sindicalista me dijo que probase en una cooperativa”
Aunque lleva muy poco tiempo en la cooperativa de Arrasate, ya es muy conocido entre sus colegas. Nos hemos reunido en Eskoriatza, sede de Fagor Automation, y aunque en algunos momentos hemos tenido que recurrir al idioma de Cervantes, casi conseguimos hacerlo en euskera. Hemos hablado de la sociedad vasca, de la vida en general, del trabajo y del cooperativismo.
Tengo curiosidad por saber cómo llegaste a la cooperativa.
He tenido muchas experiencias laborales, todas ellas fuera de la cooperativa. En los últimos años, por ejemplo, he estado en la empresa Ingemetal y de allí di el salto a Couth, el su centro de trabajo de Hernani. Me dediqué al marcaje industrial, a la trazabilidad de piezas de coches, a los metales, al marcaje micro y láser. Desempeñando el cargo de Manager Sales Area, estaba a gusto, pero vi la oportunidad de Fagor Automation y decidí dar el salto a la cooperativa. Precisamente, un compañero llamado Roberto me dijo que probase en la cooperativa. Teníamos muy buena relación, el es muy inteligente, muy simpático, y confié en el. Lo curioso de todo es que Roberto es miembro de un sindicato.
Y así llego a Fagor Automation.
Sí, hace ya un año y medio que llegué. Vi que Fagor Automation buscaba personas, y mi perfil cuadraba con lo pedía Fagor y decidí probarlo. Yo he estudiado LADE e Ingeniería de Gestión Informática, también me manejo bien con los idiomas; hablo chino, cantonés, inglés, francés, castellano y euskera. Estaban buscando un perfil diferente y parece que lo soy (risas).
¿Estás a gusto?
Sí, en Fagor Automation hay muy buen ambiente, somos una empresa multicultural y tecnológicamente avanzada.
Aunque brevemente, cuéntame tu vida, por lo menos lo que se puede contar.
Cuando éramos pequeños mi madre tuvo un problema de riñón y necesitaba cuidados especiales, por lo que decidió enviarnos a casa de un hermano que vivía en los EEUU. Mi madre era soltera, necesitaba cuidados especiales, y precisamente por eso tomó la decisión de enviarnos a América. Cuando se recuperó vino a buscarnos y de allí vinimos aquí. Cuando yo tenía 12 años mi madre se casó con mi padrastro. El tenía un restaurante chino en San Sebastián, llamado Pekín, donde trabajé. Luego estudié y a partir de ahí he tenido diferentes experiencias laborales.
En lo personal, tampoco te aburres, ¿verdad? Haces de todo, pero especialmente te gusta bailar.
Fui a Granada con una mujer rusa, también estuve en Lituania y recibí clases de baile tanto en un sitio como en el otro. Empecé haciendo ballet en Tolosa, y antes, en mi época universitaria, conocí a una persona que hacía danza contemporánea y me abrió el mundo. Mis amigos de ahora también giran en torno a la danza.
También las mujeres han tenido mucha importancia en tu vida.
Siempre he estado entre mujeres, en casa siempre cerca de mi madre, y después, las mujeres han tenido una gran importancia en mi vida. Ahora tengo una pareja llamada Clara con la que me encanta desayunar, hacer crema de calabaza y ver películas de Filmin.
¿Y a partir de ahora qué?
Me voy a China, a Beijing, a la sede que allí tiene Fagor Automation, como subdirector. Quiero ser nómada, quiero viajar, me encanta la libertad, creer en los retos más complicados, hacer apuestas, salir de la zona de conford… eso es lo que quiero hacer. Y Automation me ha permitido seguir viajando. Para mí es un reto profesional tremendo. China es un mercado clave para nosotros, tenemos allí 60 personas y queremos seguir creciendo. El jefe está en Beijing y estaré allí tres años con él.
En corto
¿Te gusta Euskal Herria?
Me encanta la sociedad vasca y la forma de entender la vida aquí. Me gusta la honestidad vasca. Euskal Herria es muy lugar muy cómodo para vivir, incluso para los foráneos.
¿Le gusta algún músico vasco?
Me gusta mucho la música vasca: Izaro, Olatz Salvador, Olaia Inziarte, Pello Reparaz… y hay una canción preciosa que se ha convertido en un clásico: Txoriak txori de Mikel Laboa, ¡impresionante!
¿Haces deporte?
Me encanta coger la bicicleta y siempre que puedo me desplazo en bici. Con mis amigos de danza contemporánea también pedaleo.
El ciclismo es cultura en el País Vasco, y en Gipuzkoa también importa la Real. ¿Eres realista?
¿Fútbol? Kovacevic, Karpin, De Pedro, Nihat, Toschak.. Yo soy de esa época, como ves fui realista, pero ahora no sigo al equipo.
¿Un rincón favorito, un pueblo?
Tolosa me gusta mucho y me gusta mucho vivir allí. El mercado, las calles del casco viejo, los bares…
¿Qué es el euskera para ti?
Es un idioma especial. Hablo en euskera, especialmente con mis amigos, mi hermano también lo hace, mucho mejor que yo. Mi madre, mi hermano y yo mismo vivimos en Tolosa, en la Parte Vieja.
La parte vieja y el txikiteo van de la mano en muchos pueblos.
No soy muy aficionado. El txikiteo puede ser muy gris, me gusta socialmente, pero el alcohol ha hecho mucho daño en la sociedad vasca, muchos beben demasiado y no es bueno.
¡Gracias Ling, y buena estancia en Beijing!