“Me parece impresionante la modernidad del pensamiento de Arizmendiarrieta”

Iñaki Gabilondo (1942, Donostia) no precisa de mucha presentación. Licenciado en Filosofía y Letras y Periodismo por la Universidad de Navarra, y con una trayectoria impresionante como profesional de la comunicación, Iñaki se ha convertido en toda una referencia. Tiene 6 Premios Ondas, diversos reconocimientos de diversas instituciones – incluido el Tambor de oro de Donostia–, es autor de tres libros –Testigo de la historia, Verdades como puños y El fin de una época–, es doctor honoris causa por varias universidades y sobre todo es un gran comunicador.

Nos citamos con él en Otalora, a donde acudió acompañado de Begoña Marañón –directora regional de la Cadena Ser Euskadi–, para charlar con él sobre Arizmendiarrieta. Ha habido varias cosas de Iñaki que nos han llamado la atención: su magnífico aspecto –a pesar de sus 80 años–, su destreza para la conversación y su profundo conocimiento del pensamiento de Arizmendiarrieta.

¿Qué mirada tienes respecto a Arizmendiarrieta?

Había leído bastantes cosas de este hombre hace tiempo. Además, he seguido de cerca el proyecto MONDRAGON, porque siendo de aquí, lo he abanderado con mucho orgullo por el significado de esta experiencia. Ahora, al volver a ojear su pensamiento, me parece impresionante la modernidad de su mensaje. Hace 40 años no me parecía muy moderno, era un hombre que decía cosas interesantes, bastante obvias, muy sencillas, en la línea de los consejos razonables que te puede dar la ama, del tipo txukun-txukun, zintzo-zintzo. Principios básicos de vida, prácticos e indiscutibles.

Pero, releyéndolo otra vez me ha parecido de una modernidad imponente. Es más, todo lo que en el mundo se está moviendo en este momento en una dirección medianamente esperanzadora está manejando los principios y conceptos que ya entonces predicaba Arizmendiarrieta.

Apuntando al humanismo…

Así es. Hace 5 o 6 años fui invitado por la UNESCO a una conferencia en París sobre El nuevo humanismo, un foro en el que se presentaban nuevas teorías que provenían de sectores más o menos esperables, de profesionales de la filosofía o de la sociología, que reclamaban un enfoque más humanista para nuestra civilización. Pues bien, en los últimos tres años he viajado por diferentes países, como China, Japón o EE. UU., entre otros, entrevistando a científicos y a personas relevantes para saber hacia dónde se movía el mundo. Y ha sido una sorpresa escuchar, ahora por boca de científicos, que tenemos la necesidad de descubrir un nuevo humanismo. Por ejemplo, uno de los descubridores de internet me hizo un alegato sobre la necesidad de impulsar nuevamente los valores humanistas para que no se nos vaya de la mano el mundo.

Lo que ya señalaba Arizmendiarrieta hace varias décadas.

Efectivamente. Es decir, que se sitúa en la vanguardia del pensamiento transformador. Arizmendiarrieta llega incluso más lejos todavía, es más ambicioso: quiere transformar la sociedad. Y considera que la empresa puede actuar de motor de esa transformación. Ha habido, es cierto, miradas más humanistas en la empresa, pero algunas se han quedado en la cáscara publicitaria.

Lo que él reivindica es el protagonismo real de las personas, porque como él dice "no es la cooperativa, sino los cooperativistas". La persona pone en marcha la empresa en la que tiene el protagonismo auténtico y la empresa es un motor para cambiar y transformar la sociedad. Me ha parecido extraordinariamente moderno.

¿Le conociste personalmente?

Sí, pero no lo recuerdo con nitidez. Hablé con él estando en Radio Loyola y en otra ocasión en un encuentro con el obispo Jacinto Argaya, en torno al año 1969. Recuerdo que por aquella época estaba algo débil.

“ TODO LO QUE EN EL MUNDO SE ESTÁ MOVIENDO EN ESTE MOMENTO EN UNA DIRECCIÓN MEDIANAMENTE ESPERANZADORA ESTÁ MANEJANDO LOS PRINCIPIOS Y CONCEPTOS QUE YA ENTONCES PREDICABA ARIZMENDIARRIETA”.

La transformación de los medios

¿Qué opinión tienes sobre la transformación de los medios de comunicación y su situación actual?

Los medios de comunicación están de viaje desde un modelo que ha muerto a un modelo que todavía no ha nacido. Y no se entiende nada si no se parte del diagnóstico de que todos ellos están en situación de pánico financiero. La transformación del negocio de la información ha provocado una sacudida que ha dejado temblando a casi todos, buscando oxígeno donde pueden, e intuyendo por dónde se pueden mover los caminos del futuro.

Y eso está coincidiendo además con el estallido de las redes sociales, que son una magnífica posibilidad, pero que se ha convertido en una especie de territorio donde habita la ley de Lynch y la impunidad del anonimato. Y a todo eso hay que añadir que se ha descubierto la existencia de las fake news (noticias falsas) como una industria, es decir estructuras intencionadamente organizadas para producir bulos y noticias que no son ciertas, que en muchos casos están automatizadas, que funcionan con robots, y que se generan simple y llanamente para intoxicar.

¡Vaya panorama!

Todas estas circunstancias componen un paisaje enormemente desconcertante y contar algo de forma honesta y contrastada se ha convertido en una aventura. Por tanto, veo cosas buenas, buenísimas, malas y malísimas, ejemplos de todo tipo, color y condición, pero que en líneas generales están muy marcadas por las angustias financieras derivadas del proceso de transformación de los medios.

¿Tú crees que el papel tiene futuro?

Seguramente tendrá un futuro diferente al que ha tenido, al libro le habían echado ya la bendición final y sin embargo ahí sigue, pero los periódicos difícilmente van a poder sostener el negocio en base al papel solamente.

"Miro a MONDRAGON con orgullo"

¿Sobre MONDRAGON me puedes decir algo?

Los guipuzcoanos nos hemos sentido muy orgullosos de MONDRAGON. Yo como vivo fuera, miro a MONDRAGON con orgullo porque es una bandera que se enarbola fardando, y me parece que es un modelo cooperativo de éxito y es visto en el mundo entero como una referencia. No conozco mucho su vida cotidiana, y cuando hay alguna novedad, como ahora que hay algunas cooperativas que están pensando si siguen en la Corporación, miramos con la atención un poco inquieta pensando si es una actuación puntual o es que está en crisis el modelo. Por lo que sé, es más lo primero que lo segundo, lo cual me congratula sobremanera. En definitiva, lo veo con mucho orgullo, como un proyecto genuino de nuestro pueblo, que es un modelo de éxito y que nos hace mucha ilusión que el mundo entero lo observe y reconozca con respeto.