Indice Gini y cooperativas

Indice Gini y cooperativas

Javier Marcos, director de TU Lankide
Recientemente un diario guipuzcoano publicó como noticia de portada que el territorio “presenta la segunda tasa de desigualdad más baja de Europa” al obtener una puntuación de 23 sobre 100 en el índice GINI.
02/09/2024

Ya lo había anticipado en febrero la propia Diputación en una nota publicada por el departamento de Cuidados y Políticas Sociales.

El índice GINI es un parámetro muy importante. Es una medida estadística que se utiliza para representar la distribución de la riqueza o los ingresos en una población. Oscila entre 0 y 100, donde 0 indica igualdad perfecta (todas las personas tienen los mismos ingresos) y 100 indica desigualdad máxima (una sola persona posee toda la riqueza o ingresos). Cuanto más cercano esté el índice a 0, más equitativa es la distribución de la riqueza en ese lugar. Es una herramienta común para evaluar la desigualdad económica en diferentes países o regiones.

Pues bien, el índice Gini de Gipuzkoa se sitúa en 23,0, lo que posiciona a la región entre las menos desiguales del mundo. Sí, sí, del mundo. Es evidente que vivimos en un lugar espectacular y que hemos logrado alcanzar cotas de bienestar colectivas impresionantes. Y yo me siento especialmente orgulloso al ver que nuestro territorio tiene una renta per capita de las más altas del estado y que, además, esa renta está repartida de forma homogénea. Es decir, entre todos, de forma más justa e igualitaria.  

En un momento en que la desigualdad se ha convertido en un desafío global, las cooperativas han demostrado sobradamente que son un agente clave en la construcción de un futuro más equitativo y sostenible.

La aportación de las cooperativas al GINI

Y puestos a analizar las razones que explican este índice, creo que es de justicia destacar el papel de las cooperativas en ese logro. Y es que nuestro modelo, con todas sus imperfecciones, ha demostrado que es un modelo altamente comprometido con la transformación social y el desarrollo de territorios más cohesionados.  Las cooperativas generan empleos de calidad (*), aplican una política retributiva equilibrada (escala 1 a 6), invierten en innovación y tecnología (186 millones en 2023), sus centros de decisión están aquí, y tienen mecanismos de intercooperación que las hacen más resilientes y sostenibles. 

En un momento en que la desigualdad se ha convertido en un desafío global, las cooperativas han demostrado sobradamente que son un agente clave en la construcción de un futuro más equitativo y sostenible.

(*) Empleos de calidad, entendida ésta en las dimensiones definidas por la UE como son la calidad intrínseca del empleo, la cualificación continua, salud y seguridad, diversidad e inclusión, conciliación, participación y rendimiento general.