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“Crear una sociedad mejor. Esa es nuestra utopía, y, con todas nuestras imperfecciones, intentamos aterrizar esa utopía”
Leire Mugerza (Mutriku, 1976) lleva trabajando desde hace más de 25 años en MONDRAGON: cuando estudiaba ingeniería mecánica en Mondragon Unibertsitatea, comenzó a trabajar como becaria en Eika; luego, estuvo en el centro Lea Artibai; y, después, en EROSKI. Ha trabajado en casi todas las áreas de actividad de la Corporación y en la propia Corporación. Desde 2012 es miembro de la Comisión Permanente y del Congreso, y desde hace dos años, presidenta de ambos órganos. La primera mujer en llegar a este cargo habla con naturalidad y transparencia sobre el trabajo diario y el futuro, sobre el legado y la utopía, con un entusiasmo que contagia y con confianza en sus convicciones. Cree que, como un árbol, MONDRAGON refuerza su tronco profundicando en sus raíces y así logra extender sus ramas para dar más y mejores frutos.
¿Fue una sorpresa para ti tu nombramiento?
Sí, no esperaba ser candidata. Tenía otras cosas en la cabeza, y al principio me llevé un susto. Pero lo veo como un reto, y también es un reconocimiento, por supuesto. Son los miembros de todas las cooperativas los que te eligen y eso hace ilusión. Piensas que si te han elegido, lo harás. Y si necesitas ayuda, siempre puedes solicitarla. En las cooperativas estamos acostumbrados a ello y la gente siempre está dispuesta a ayudar.
En la Comisión Permanente llevabas 10 años como miembro cuando te eligieron como presidenta. Ahora, desde la presidencia ¿te ha sorprendido el trabajo o alguna parte del trabajo?
Me ha sorprendido la proyección pública del cargo. No esperaba ver mi nombre en tantos sitios o recibir mensajes de tanta gente. Todavía se me hace raro a veces. También me ha chocado la proyección pública de MONDRAGON. A pesar de llevar muchos años en la Corporación, me ha sorprendido ver lo conocidos que somos, la imagen que tenemos, tanto a nivel internacional como estatal. Una imagen de empresa competitiva, innovadora, tecnológica, y también de empresa diferente.
“Al final, lo que estás defendiendo es lo que se ha decidido entre todas y todos. Y eso da mucha fuerza. No es mi decisión, es la nuestra”
En estos dos años habrá habido momentos duros, ¿tienes alguna espina clavada?
Tengo un amigo que dice que la vida es una cuestión de actitud. Estoy de acuerdo. En la vida pasan cosas buenas y cosas malas, a nivel personal y profesional. La cuestión es cómo tomas tú esas cosas. Tienes que hacer una elección y yo hace tiempo que decidí que mi opción sería ver la vida de forma positiva. ¿Pasan cosas malas? Claro que sí. Pero eso no quiere decir que me quede ahí. Entonces, cuando miro hacia atrás me quedo con las cosas buenas. Para mí lo más importante es tener la conciencia tranquila. Saber que he hecho lo que he podido y que la decisión tomada era la mejor opción en el momento de adoptarla. Eso es lo que me vale.
Transmites entusiasmo por lo que haces. ¿Mantienes la ilusión?
Sí. Mantengo toda la ilusión. Cuando llegué al cargo pensé que era una oportunidad y sigo ilusionada porque los debates que tenemos aquí me parecen muy interesantes y se pueden hacer muchas cosas. A mí eso me motiva. Hacer cosas, pero cosas posibles. Es algo que decimos muchas veces. Que MONDRAGON es hacer cosas posibles. Y yo creo mucho en eso. En eso y en el trabajo que pueda hacer el equipo al que yo represento.
Hoja de ruta para el futuro
En estos momentos estáis en proceso de definición de la política socio-empresarial a cuatro años que se aprobará en el Congreso de este año. ¿Cómo va?
Hemos recibido muchas aportaciones de las divisiones, y eso lo valoramos muy positivamente; significa que la gente tiene ganas de aportar. Tenemos que ordenar todo esto y redactar la ponencia definitiva. Y para hacer ese trabajo a mí me gusta imaginar un árbol con cuatro ejes. El primer eje son las raíces, ahí trabajamos lo que somos, y queremos profundizar en ello. El segundo, el tronco, son nuestros negocios. Este es un proyecto empresarial y tenemos que consolidar ese tronco. La tercera son los frutos que brotan de las ramas, la influencia social de las cooperativas, que tenemos que difundir y ampliar. Y el cuarto es el que conecta todo eso, la intercooperación, la savia del árbol. Todo está interconectado. Por supuesto que hay que trabajar mucho para su implementación pero percibo que hay muchas ganas e ilusión por hacerlo.
“Las cooperativas tenemos visión de futuro, miramos a largo plazo. En la sociedad actual esto es importante porque demasiadas veces se mira sólo al corto plazo. Y, para nosotros, lo importante es el legado, lo que ha dado y lo que dará la experiencia cooperativa”
A veces cuesta entender desde fuera que este tipo de procesos son largos y requieren tiempo, que van despacio.
Van despacio, sí, y se podría haber hecho de otra manera, más ejecutiva, pero de este modo, más participativo, se crea más conexión. Yo sé que llegar a todas las personas socias es muy difícil, pero deberíamos intentar llegar a todos los órganos, a todas las cooperativas. Eso fortalece nuestras raíces. Y así se robustece el tronco y se mejoran los frutos. El proceso te hace más fuerte. Y si hay que tomar decisiones urgentes, se toman, pero si las cosas están bien pensadas se toman mejores decisiones. Lo importante es que el proceso sea adecuado, y ya, luego, decidir y tirar para adelante.
Parece que tiene mucho sentido.
Totalmente. Al final, lo que tú defiendes es lo que todos decidimos. Y eso da mucha fuerza. No es solo tuyo, es de todos.
En muchas divisiones ha habido relevos en los últimos años, este año cambiará el presidente, ¿comienza una nueva etapa?
Siempre decimos que aquí nadie es imprescindible, y en los últimos años ha habido muchos relevos, de forma natural. El último ha sido el del presidente, el anuncio del sustituto de Iñigo Ucín, y por eso hay sensación de una nueva etapa, sí. En cualquier caso, yo destacaría el proceso de elección del presidente, porque se ha hecho con la participación de todas las cooperativas, con tiempo y discreción. Primero, identificamos los retos que teníamos por delante; luego, pensamos en el perfil más adecuado para llevarlos a cabo; hicimos muchas entrevistas para decidir un perfil; y, en función de ese perfil, analizamos a todas las candidaturas. El día de la decisión fue bonito, y el propio proceso muy enriquecedor. Para mí ha sido un lujo poder escuchar a personas con conocimientos tan diferentes.
Al servicio de la sociedad
En las empresas lo más importante son los servicios que prestan o los productos que realizan, pero en la base de MONDRAGON también están las ideas y los valores. ¿Hasta qué punto son importantes?
Tener una utopía es imprescindible. Si no, te quedas a la deriva. Yo creo sinceramente que nuestro objetivo es hacer una sociedad mejor. Yo soy muy consciente de las imperfecciones que tenemos. Lo sabemos. La vida está llena de imperfecciones y limitaciones. Pero creo que con todas esas imperfecciones y todos esos límites, lo que queremos conseguir es real. Tener raíces, mejorar la sociedad y dejar mejores comunidades a quienes nos siguen. Creemos de verdad en todo eso. Podemos crear una sociedad mejor. Esa es nuestra utopía. Lo que pasa es que hay que aterrizar esa utopía. Y eso intentamos, con todas nuestras imperfecciones.
“Somos personas trabajadoras, propietarias, pero estamos de paso, nuestro objetivo no es llevarnos lo que creamos, sino legarlo a quienes vengan después”
Las cooperativas siguen siendo una herramienta eficaz para transformar la sociedad, como creía Arizmendiarrieta.
Yo creo que son imprescindibles. Al final, nosotros tenemos una visión de futuro, miramos a largo plazo. En la sociedad actual esto es importante, porque demasiadas veces se mira sólo a corto plazo. Y, para nosotros, lo importante es el legado. Lo que ha dado y lo que dará la experiencia cooperativa.
Y esa idea, la del legado, ¿no ha quedado desfasada?
No. Al revés. Nosotros trabajamos en cooperativas para las próximas generaciones. “Somos personas trabajadoras y propietarias, pero estamos de paso. Nuestro objetivo no es llevarnos lo que creamos, sino legarlo a quienes vengan después. Ese es el sentido de nuestro trabajo.
Cuando hablas del legado también hablas de sostenibilidad, de crear empresas sostenibles en el futuro.
Sí, y sostenibles no sólo desde el punto de vista medioambiental, sino también desde el punto de vista de la cohesión social. En la sociedad se ven diferencias muy grandes y el reparto de la riqueza también debe ser nuestra responsabilidad. Y yo creo que las cooperativas, y en especial MONDRAGON, son un camino para ello. Desde el punto de vista territorial diría lo mismo. Las cooperativas están arraigadas, y son una herramienta para mantener el equilibrio territorial. En el País Vasco estamos dispersos y mantener ese arraigo es importante para mí. Las condiciones de trabajo dignas, la calidad del trabajo en sí, y otras muchas cosas imprescindibles para nosotros son importantes para la sociedad.
“Hemos creado una red de protección y ayuda para circunstancias adversas, algo que no existe en otros sitios y que tiene un gran valor”
Dices utopía y hay cosas que vistas desde fuera son realmente utópicas.
Ayudar a empresas en dificultades, por ejemplo. Yo conocí eso en Eika. Cuando yo empecé en Eika la cooperativa estaba pasando por un momento difícil, recibió ayuda, y ahora está en un gran momento. Ahí ves la fuerza que tiene prestarse ayuda mutuamente, sin pedir nada. Lo único que te piden es que, en una próxima ocasión, si es otra cooperativa la que está en dificultades, tú le prestes ayuda. Para mí ver eso fue transformador. Eso no quiere decir que eso vaya a pasar siempre. A veces hay empresas que no van a ser viables y que van a tener que cerrar, con todo lo que eso conlleva a nivel humano. Esos traspiés también ocurren en la vida. Pero también en estos casos se ofrecen soluciones de empleo. Eso es lo que garantiza MONDRAGON: se compromete a ofrecerte otras opciones, como las reubicaciones en otras cooperativas. Hemos formado una red de protección para estas circunstancias, que no existe en otros sitios, y para mí tiene un gran valor.
Aunque desde fuera este tipo de cosas, cierres y demás, se han contado de forma muy dramática, hasta el punto de poner en duda al propio cooperativismo.
Muchas veces he leído cosas como que el cooperativismo en sí está en cuestión, etc. Y no lo entiendo. ¿Qué es lo que está en cuestión? ¿Que las cooperativas existen? ¿Que suponen un beneficio para la sociedad? Eso nunca ha estado en duda, ni lo estará nunca. El modelo y lo que ha hecho MONDRAGON no se puede cuestionar. Con todas sus limitaciones, sí. Pero, su aportación es indiscutible. A mí me gusta mucho el lema de Laboral Kutxa, que dice: “Hay otra forma”. Así es, en el ámbito financiero y en todos los demás ámbitos, nosotros demostramos que hay otra forma. Nosotros sabemos cuáles son nuestras debilidades, hablamos constantemente de ellas, pero el modelo no está en cuestión.
“Tenemos la convicción de que, cuanto más competitivas sean nuestras empresas, contribuirán a hacer una sociedad mejor allá donde estén”
“Imagino una MONDRAGON competitiva”
Precisamente, porque es diferente, es difícil explicar qué es MONDRAGON. ¿Crees que se entiende desde fuera?
No. Y ahí haría autocrítica. Una vez le oí decir a la bertsolari Enbeita que hemos cuidado el euskera como si fuera un cofre, que lo hemos tenido guardado. Y yo tengo la sensación de que con MONDRAGON nos ha pasado eso. Tenemos un tesoro que es un proyecto, pero un tesoro que no podemos guardar en un cofre. Tenemos que abrirlo. Y contarlo. Los vascos en general, y quizá más los guipuzcoanos, hemos sido de hacer y no decir. Contar cosas malas no es agradable. Y contar buenas suena a vanidad. Pero, si tú no lo cuentas, alguien más lo contará, y lo que nosotros tenemos no es el modelo perfecto pero tenemos algunas cosas buenas que tenemos que contar porque merecen ser contadas.
Hace poco en el Foro MONDRAGON hicísteis un ejercicio para imaginar al futuro MONDRAGON. ¿Qué salió de aquel encuentro?
Todos estábamos de acuerdo a la hora de ver una MONDRAGON muy competitiva. No porque compita con los demás, sino porque busca la excelencia. Nuestras cooperativas deben ser las mejores en lo que hacen, pioneras en sus ámbitos. Tecnológicamente punteras, empresas sostenibles, y también empresas que contribuyan a alcanzar una sociedad más igualitaria y justa. Como empresas competitivas e innovadoras debemos ser referentes y traccionadores en materia de igualdad social. Tenemos la convicción de que, cuanto más competitivas sean nuestras empresas, contribuirán a hacer una sociedad mejor allá donde estén.
“En una sociedad que piensa tanto en el corto plazo, las cooperativas trabajamos con la mirada en el futuro y pensando en el legado que dejaremos a la siguiente generación”
Asuntos propios
“ Mi familia, mi pueblo, mis amigos… esas cosas”
¿Qué aficiones tienes?
Me gusta hacer cosas normales. Una cena tranquila en casa. Pasar un rato entre amigos. Mi familia, mi pueblo, esas cosas.
¿Eres lectora?
Me encanta leer y leo mucho por mi trabajo, pero me siguen quedando ganas al llegar a casa. Novelas, libros de intriga… de todo.
¿Dónde desconectas?
Pasando el tiempo con mis amigos, cenando con mi familia. En mi casa, en mi pueblo, paseando, conversando, haciendo cosas normales en mi entorno de siempre.
¿Y dónde cargas las baterías?
Viajando en autocaravana con mi familia, lo disfruto muchísimo.
Elige un aspecto positivo de las cooperativas.
En una sociedad que piensa tanto en el corto plazo, las cooperativas trabajamos con la mirada en el futuro y pensando en el legado que dejaremos a la siguiente generación.
¿Y podrías decirnos una clara opción de mejora?
Creo que tenemos que abrirnos más a la sociedad. Tenemos un tesoro y no debemos esconderlo en un cofre sino enseñarlo y compartirlo.