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“Representar a Arizmendiarrieta es un regalo inmenso”
Arkaitz Gartziandia (Errenteria, 1983) nos hace un hueco entre los ensayos del musical Hazia para compartirnos sus sensaciones en la previa del estreno de esta obra. Durante los últimos meses, Arkaitz ha estado inmerso en la preparación del papel de Jose Maria Arizmendiarrieta, y se muestra motivado de cara a la premiere.
¿Qué tal están yendo los ensayos??
Personalmente te diría que bastante tranquilo. Comencé a preparar el personaje de Arizmendiarrieta allá por febrero, y durante este tiempo he tenido la oportunidad de ir asimilándolo, sintiéndome cada vez más cómodo. Antes del estreno, aún tenemos algunos ensayos pendientes. Hay que tener en cuenta que somos un gran equipo de trabajo, y que en la obra confluyen distintas disciplinas artísticas, por lo que en estos últimos días nos encontramos colocando todas las piezas de puzzle.
¿Qué previsiones manejáis de cara al estreno?
Nos encontramos expectantes, a la espera de ver qué sucede. El estreno es en Arrasate, y tratándose de la principal área de influencia de nuestro protagonista, pienso que se generará cierto interés sobre la obra. Desde luego que por nuestra parte no faltará ni trabajo ni ilusión. Gontzal Mendibil lleva tres años trabajando en el proyecto, y ha conseguido trasladar esa pasión a todo el equipo de trabajo. Todas las personas implicadas estamos deseando que llegue el día del estreno para compartir con el público el trabajo realizado y disfrutar de manera conjunta.
¿Con que se va encontrar el público que se acerque a ver Hazia?
Tendrá la oportunidad de conocer toda la trayectoria de Arizmendiarrieta, lo realizado desde niño hasta sus últimos días, y el legado que dejó. Para ello, hemos combinado el estilo narrativo con el estilo artístico, porque teníamos bastante claro que queríamos contar esta historia a través de las emociones. Para ello, se ha formado un equipo de trabajo formidable, bajo el liderazgo de Gontzal. Ahí tenemos a los coros Goikobalu o Easo, o al grupo de danza de Aritz Salamanca. Hemos conseguido crear un espectáculo ciertamente bonito, y creemos que las personas que se acerquen a verlo terminarán emocionándose, ya que nosotros nos emocionamos en cada ensayo. Creo que es un bonito homenaje a una de las figuras más importantes que tenemos en el País Vasco, y cuenta con todos los ingredientes para sorprender.
Has comentado que en el espectáculo confluyen distintos grupos, ¿cómo ha ido la colaboración con distintos colectivos?
Ciertamente está resultando un interesante ejercicio cooperativo, ya que en un proyecto que reúne a tanta gente es indispensable saber escuchar las propuestas de cada participante, debemos conseguir ir todos a una. En este sentido, está resultando muy interesante la combinación de distintas maneras de entender el arte, ya que actores, músicos o bailarines funcionan con distintas lógicas, aunque el objetivo final sea común.
"La producción de Hazia está resultando ser un interesante ejercicio cooperativo"
Retrocedamos en el tiempo ahora. ¿cuáles fueron tus comienzos como actor?
Desde pequeño lo he tenido en mente. Recuerdo que cuando era un crio mis padres compraron una cámara de vídeo y que me pasaba el día entero jugando con ella, tanto delante como detrás de cámara. Después, me convertí en un ferviente seguidor de Goenkale, y tengo muy presente que el personaje de Ainhoa, interpretado por Barbara Goenaga, me resulto fascinante, y a la vez que ello flipaba con cada teatro amateur en la escuela. Todo ello sucedió cuando tenía unos 15 años, y decidí firmemente que aquello era lo mío. Más tarde, con unos 17 años, acudí a un casting de Goenkale, nerviosísimo, y es cuando me di cuenta que si quería ser actor debía tomármelo muy en serio.
Podemos decir que es un oficio que siempre has tenido presente.
Sí. Todos mis pasos han sido dirigidos hacia ese horizonte. Comencé a recibir clases en la Escuela de Arte de Donosti, y conseguí entrar en Goenkale, cumpliendo así uno de mis sueños. A partir de ahí he desarrollado mi propia trayectoria tanto en teatro como en televisión, y he conseguido dar el salto al cine, trabajando por ejemplo en la película Maixabel de Iciar Bollaín. Durante los últimos años he compaginado mi trabajo como actor con un máster de teatro de tres años de duración en Inglaterra, para en un futuro poder tener las puertas abiertas a dar un salto al panorama internacional.
Y cuando supiste de Hazia, ¿qué es lo que más te atrajo?
Recuerdo que Gontzal me contactó de una manera muy informal, a través de Facebook. Él tenía muy claro el proyecto, y me lo vendió magníficamente. Diría que él conocía mi trabajo, y que ya me había pre-seleccionado para representar el papel de Arizmendiarrieta, aunque luego tuviese que hacer una pequeña prueba. Se me hizo muy atractivo desde el principio, ya que me parecía un proyecto muy ambicioso que reunía distintas disciplinas. Para mí es la oportunidad más potente que he tenido en mi trayectoria como actor, ya que representar un personaje tan importante como Arizmendiarrieta es un regalo, un caramelo.
¿Conocías de antemano la figura de Arizmendiarrieta?
Yo tengo estudios de Filosofía y Comunicación Audiovisual, y los segundos los realicé en Mondragon Unibertsitatea, por lo que contaba cierta información básica sobre el cooperativismo, pero apenas sabía nada sobre Arizmendiarrieta. Gracias a este proyecto he tenido la oportunidad de conocer más acerca de él; el origen del movimiento cooperativo, la necesidad de ello que existía en su época…
Ahora, con perspectiva, no puedo entender cómo en general sabemos tan poco sobre Arizmendiarrieta. Estamos hablando de uno de los personajes más importantes en toda la historia de Euskal Herria, ¿cómo puede ser tan desconocido entre nosotros? En cierto modo, Hazia también viene a rellenar ese vacío.
"No puedo entender cómo en general sabemos tan poco sobre Arizmendiarrieta"
Por tanto, podemos decir que te ha tocado realizar un profundo trabajo de investigación.
Eso es. Para conocer mejor el personaje he mantenido unas cuantas charlas con su sobrino Jesus Mari Arizmendiarrieta. Además, he tenido como fuente de información su libro Pensamientos, la biografía sobre su vida escrita por Fernando Molina y el documental “Arizmendiarrieta, el milagro de Mondragon”. También hay que destacar que Gontzal ha trabajado en el guion durante tres años, y en el mismo había mucha información que me ha sido muy útil.
Más allá de la documentación, las mayores dificultades las he encontrado en la caracterización, en representar su forma hablar, de caminar o de expresarse. No existen apenas referencias sobre ello, y como creativo he tenido libertad para desarrollar estos atributos a mi manera. He pasado mucho tiempo mirando distintas fotografías suyas, jugando con lo que me transmite su mirada.
He intentado establecer paralelismos entre su vida y la mía, poniendo el foco en la simbiosis que se da en el hecho de que ambos hemos recorrido un camino para ver cumplidos nuestros sueños. El actor tiene que representar la verdad en el escenario, y he puesto todo mi esfuerzo con este fin.
Supongo que la metodología será distinta cuando el personaje que se trabaja es real o ficticio. Ciertamente lo es. Cuando se trabaja con un personaje de ficción el actor debe comenzar de cero. Desde el punto de vista creativo se abren distintas opciones, pero también existe un mayor riesgo de perder el foco.
En cambio, cuando hablamos de un personaje real, existen ciertas referencias previas, y personalmente me suelen ser muy útiles. Por ejemplo, en la película Maixabel representé a Josu Elexpe, y tuve la oportunidad de entrevistarme con él, adquiriendo información importante y varias pistas para desarrollar el personaje, En el caso de Hazia, nos vendrá a ver gente que conoció al propio Arizmendiarrieta, y eso aumenta la responsabilidad. En este sentido, creo que vamos por el buen camino, ya que su sobrino Jesus Mari Arizmendiarrieta acudió al ensayo general del pasado 30 de julio, y diría que se marchó contento.
Dices que existen ciertas referencias, pero el mundo que conoció Arizmendiarrieta ha cambiado. ¿Cómo crees que respondería a las distintas situaciones que se dan hoy en día?
Voy a rescatar mis estudios filosóficos para responder a eso. Platón en su obra Polis dice que el ser humano es imperfecto, y que para buscar la perfección es imprescindible la comunidad. Veo a Arizmendiarrieta alineado con esa idea, ya que él creía que la respuesta a los tiempos difíciles que le tocó vivir, por ejemplo, con una crisis industrial o el franquismo, debía darse desde el colectivo, de una manera cooperativa. Así pues, creo que sus ideas son totalmente aplicables a este mundo individualista de hoy en día. Vemos claramente que las nuevas fórmulas neoliberales no funcionan, y que han derivado en una crisis climática global o distintas situaciones de guerra. Así no vamos a ningún lado, y claramente para contar con una sociedad saludable el colectivo es imprescindible. En este sentido, Hazia ofrece una mirada al pasado, y tal vez mirando al pasado seamos capaces de encontrar las respuestas para afrontas las crisis actuales.