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ULMA, 60 años de compromiso y trabajo cooperativo
Si reparamos a la historia y sus principios, a finales de la década de los 50 resultaba insólito escuchar palabras como emprendimiento, resiliencia e innovación. Se trataba de una época de enorme complejidad marcada por las convulsiones sociales y económicas en un contexto plagado de incertidumbre.
A pesar de ello, seis jóvenes emprendedores de Oñati, Pedro Ugarte, los hermanos Esteban y Julián Lizarralde, Isidro Mendiola, Ignacio Maiztegi y Julián Ayastuy, decidieron poner en marcha un pequeño taller que, a la postre, se convertiría en un modelo de cooperación, capaz de superar las crisis globales más duras del último medio siglo. Todo ello con una férrea apuesta por la generación de empleo y por una sociedad cada vez más justa y sostenible.
En 1961 aquellos emprendedores tomaron la primera letra de sus apellidos para crear el acrónimo ULMA, germen del actual Grupo, y constituir la primera sociedad cooperativa industrial. Años más tarde, ULMA junto con ENARA y, posteriormente, OINAKAR, marcaron quizá sin saberlo, un hito en la historia del cooperativismo vasco, al conformar uno de los Grupos socio-empresariales más importantes del norte de España.
Foto actual del grupo
Hoy, 60 años después, el Grupo ULMA está integrado por nueve negocios con actividades muy diversas que abarcan la fabricación de invernaderos, andamios y encofrados; servicios especializados en consultoría e ingeniería de productos electrónicos; sistemas automáticos para logística; rodillos, soportes y guirnaldas: máquinas y sistemas de envasado, bridas y componentes forjados, carretillas elevadoras, canales de drenaje y fachadas ventiladas.
Este amplio catálogo es fruto de la diversificación de su actividad a lo largo de toda su trayectoria.
El Grupo ULMA cuenta en la actualidad con más de 5.500 profesionales que trabajan en más de 80 países de todo el planeta y con un volumen de ventas cercano a los 900 millones de euros.
Constante transformación
La historia más reciente del grupo ha estado marcada por su constante transformación. Una transformación que se ha hecho palpable en todos los sectores productivos de la firma y que ha actuado como palanca de adaptación a los continuos cambios de un mundo y un mercado cada vez más globalizados.
En este contexto, Ulma ha reforzado su apuesta por la innovación como uno de los elementos vertebrales del Grupo y ha redoblado su confianza en la iniciativa personal de sus profesionales como clave de su eficiencia.
El Grupo finalizará los actos de su aniversario, con un concierto del violinista STRAD, en diciembre.
Compromiso con los más desfavorecidos
Especialmente intenso ha sido el esfuerzo que el conjunto del grupo ha realizado durante este periodo de pandemia, que ha generado una crisis económica y social, a la vez que profundos cambios en costumbres e incluso modos de trabajar en las empresas.
Ulma creó un comité de análisis sobre la Covid-19 para unificar procedimientos y establecer pautas comunes a todas las cooperativas del grupo con el objetivo de preservar la salud de las personas y de mantener la actividad.
En este sentido, su colaboración con la Cruz Roja y otras entidades sociales como Cáritas y el Banco de Alimentos se ha convertido en una constante.