Javier Sotil, presidente del Consejo General de MONDRAGON: “Nos reafirmamos en la vigencia y fortaleza del modelo cooperativo”

Ya en tus primeras declaraciones tras el nombramiento, has apelado a la ilusión. Tú ¿estás ilusionado con esta nueva etapa?

Lo estoy. No hubiera aceptado ser presidente si no creyera en la Experiencia Cooperativa y en su capacidad para generar bienestar y empleo. Juntos, todos los que somos parte de la Experiencia, vamos a ser capaces de demostrar a quienes han dudado de nuestro proyecto que estamos vivos y muy activos, con ganas de hacer cada día las cosas mejor. Y eso es posible.

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Tras un año de reflexión, ¿qué valoración haces del proceso?

Sin duda, ha sido un año muy intenso y el proceso se ha dilatado en el tiempo más de lo previsto. El trabajo ha involucrado a más personas y cuestiones que las inicialmente previstas. En cualquier caso, creo que era más importante el resultado que el tiempo.

Estoy satisfecho con el desenlace de la reflexión. Hemos establecido las líneas fundamentales de actuación futuras para el grupo, con participación e implicación de todos los órganos corporativos.

MONDRAGON se hace desde las cooperativas, que son responsables de sus decisiones y dueñas de su futuro.

¿Puedes avanzarnos algo sobre las principales conclusiones del trabajo de reflexión?

Hemos culminado el proceso reafirmando nuestra convicción en la fortaleza y vigencia del modelo cooperativo, y de los principios y valores que lo soportan. MONDRAGON se construye desde las cooperativas, que son responsables de sus decisiones y dueñas de su futuro, que comparten un modelo y que se apoyan en la intercooperación y en los instrumentos de solidaridad.

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Entonces, ¿más o menos MONDRAGON?

Aunque así lo han querido ver algunos, no ha existido un debate sobre esta cuestión. Nos hemos reafirmado en que la soberanía y autonomía de las cooperativas que constituyen MONDRAGON es un elemento central.

No ha habido planteamientos, por ejemplo, de convertirnos en un holding que absorba las capacidades de las cooperativas. Hay un consenso total en esta cuestión.Pero necesitamos transformar permanentemente los negocios y MONDRAGON puede y debe aspirar como grupo cooperativo, y desde esa soberanía de las cooperativas, a afrontar los retos del futuro con un mayor espíritu de intercooperación para construir realidades empresariales capaces de ser exitosas en los nuevos escenarios.

Me gustaría destacar que MONDRAGON es la historia de un éxito empresarial y social del que nos debemos sentir orgullosos pero al que hay que incorporar todos aquellos elementos que le permitan ser un modelo de futuro.

Ser cooperativa no evita las crisis y la necesidad de estar en proceso de transformación constante, pero sí nos hace abordarlas desde la solidaridad y el compromiso. Para MONDRAGON, las personas y su compromiso con el presente y con el futuro deben seguir siendo su prioridad.

Impulsaremos una solidaridad más exigente, que transforme situaciones y no perpetúe problemáticas.

El rol de MONDRAGON

Y si las cooperativas son autónomas y soberanas ¿Cuál será entonces el papel de MONDRAGON?

Es un papel extremadamente valioso. MONDRAGON es el conjunto constituido por las cooperativas asociadas, las divisiones que las agrupan y las instituciones corporativas constituidas por ellas y su papel es el de complementar y completar el papel de las cooperativas socias, en lo social y en lo empresarial, trascendiendo a los proyectos de cada una, y con su propia Misión.

Las instituciones de MONDRAGON deben contribuir a que las cooperativas consigan mejor sus objetivos. Bien sea gestionando los recursos corporativos, o reforzando la intercooperación, impulsando la innovación y la promoción de nuevos negocios, compartiendo experiencias, diseñando políticas y estrategias, estableciendo planes de formación, acompañando en sus procesos de transformación,... En definitiva, aportando valor a cada una de ellas y liderando el desarrollo empresarial y social del conjunto de la Experiencia Cooperativa.

A partir de ahora, ¿habrá algún cambio en la detección de situaciones críticas en cooperativas y en su resolución?

Las divisiones tendrán un papel primordial en la anticipación a los problemas de competitividad y en el apoyo para la identificación de las soluciones a las que se aplicarán, entre otros, los mecanismos de solidaridad existentes en cada división. Pero se tratará de una solidaridad más exigente, que ayude a transformar verdaderamente las situaciones y evite su prolongación. Tenemos que aprender de nuestras experiencias, de las buenas y de las más dolorosas.

Además de esto, las instituciones corporativas, que también contienen fondos solidarios y fondos de inversión aportados por las cooperativas, los pondrán al servicio de las soluciones, mejorando el rigor y la exigencia en su aplicación

Todo eso es plenamente compatible, como hasta ahora, con la plena responsabilidad de cada cooperativa sobre sus decisiones y su situación.

Próximos pasos

Debemos aspirar como MONDRAGON a afrontar los retos del futuro impulsando nuevas realidades empresariales exitosas.

¿Cuáles serán los siguientes pasos tras la aprobación de este documento?

Este es un documento marco que hemos debatido con profundidad en los órganos corporativos y que se comunicará al Congreso 2014 y tendrá efectos declarativos. Pero la fase de participación extensa y profunda de las cooperativas en los diferentes contenidos del mismo comenzará a continuación y concluirá con la presentación al siguiente congreso de las ponencias en las que se recojan las modificaciones normativas necesarias para acometer los retos de futuro. Además, en el próximo Congreso se debatirá la nueva política socio-empresarial para el periodo 2017-2020.

¿Crees que MONDRAGON saldrá fortalecido tras este proceso?

Las situaciones de dificultad hacen crecer a las organizaciones. Creo que la Experiencia Cooperativa es un ejemplo de adaptación que no ha descuidado sus señas de identidad, un proyecto colectivo que aporta, a muchos de sus miembros, instrumentos valiosos para su desarrollo empresarial, a otros, sus instrumentos de solidaridad e intercooperación y, a todos, la participación en la construcción, desde la diversidad de cooperativas y divisiones, de un referente colectivo sólido que transforma en realidad, siempre imperfecta, un proyecto utópico concebido por y para las personas, para las personas en cooperación.